Capitulo I "La creación de la Diosa"

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Silencio, todo era silencio, a excepción del susurro del viento, nada se movía, nada caminaba, pero todo retumbó, como un terremoto que hizo que montañas temblaran y pusieran a prueba su resistencia, en el centro de esa tierra se creó un hoyo gigante, pero no fue lo único que se creó, un llanto se escuchó, pero ¿de dónde venía?

En el fondo del hoyo había una bebé, ¿algo tan pequeño y frágil podía hacer tanto daño a unas tierras tan solidas?

Era pequeña, sí, pero no era frágil. El cielo rugió, pero sonaba más como una carcajada, tal vez estaba feliz, entre el estruendoso cielo se escuchó un nombre "Kelcyn".

La beba dejo de llorar, ese era su nombre.

Años pasaron, demostró que no era frágil, era poderosa, el cielo le obedecía, la tierra se formaba a su antojo como si fuera parte de ella, y lo era, esas tierras eran suyas ahora, ¿qué clase de poder tenía? El poder del cielo, esa es la respuesta, abría el cielo y lo hacía tan trasparente a sus ojos para poder ver lo más profundo de él, las constelaciones estaban al alcance de su mano, podía hacer que las estrellas bajaran y destruyeran la tierra, hacer retumbar el cielo y que las montañas temblaran, era su poder, controlar el cielo y sus estrellas, un poder que se escucha hecho para la guerra, pero, para ella, era para adorar las maravillas del universo desconocido.

Sus ojos, eran para ver todo; oscuros, tan oscuros y profundos como un agujero negro, pero brillantes como una estrella, que todo que pasaba frente a ellos se reflejaba como un espejo y se grababa en lo más profundo de la mente de su portadora, guardándolo y apreciándolo en su palacio de recuerdos, ella era inmortal, pero prefería guardar todo en su memoria como si fuera a desaparecer algún día y no pudiera volver a verlo.

A las tierras las transformó a imagen y semejanza de su imaginación, unos hermosos bosques y unas montañas majestuosas, había vida que ella creó p, pero faltaba algo, magia, por que no hacerlo más maravilloso, más cautivador.

Ahora el lugar era diferente a todos, la tierra tenía poder, al igual que su dueña, mejor dicho, su Diosa.

Era paz, tranquilidad, felicidad todo lo que conocía, aún era joven, ¿qué más podía conocer si solo era ella, la tierra y el cielo?

A las orillas de esas tierras, había islas, la tierra estaba rodeada de islas, pero ¿porque esas islas gritaban?, no, no eran gritos, se escuchan rugidos, pero por que suenan tan desesperados y ¿dolorosos?

Evenlake "las tierras de la diosa y los Dragones"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora