Robin- Yo..Yo...No era mi intención.-
Margaret- No, no es tu culpa.-
- (Rompe en sollozos) Yo siempre soy... soy el problema.-
Daniel- ¿Que ha pasado?
Margaret- Nada, hijo, nada.-
Daniel- Ha sido el cerdo de mi padre, ¿verdad?-
Robin- No, Daniel, no...soy yo, todo es culpa mía, mejor me voy a las colchonetas de el instituto.-
Daniel- No, quédate.-
-Esta bien, solo porque esta carita linda me lo pide.-
Margaret- Voy a por un chocolate calentito, ¿Queris algo?-
Robin- ¿Me podrias traer un zumo, porfa?-
Margaret- Sí, claro. Y tu, hijo, ¿Quieres algo?-
Daniel- ¿Eh?... a si un zumo de piña.-
La madre se va trotando a la cocina felizmente.
Robin expulsa todo lo que se había guardado cuando Margaret estaba presente.
- Ey, no hay razón para que llores.- Daniel le seca la lágrima que desliza sobre la suave mejilla de Robin.