Una breve visión de la relación de Hermione y Bellatrix en el ojo de un estudiante. Ambientada unos 20 años después de la batalla de Hogwarts.
Autor: RedSneakers
Claro y oscuro. No se me ocurren mejores palabras para describir los dos.
"¿Qué pasa con 'feroz' y 'calma'?" mi amigo me lo sugirió una vez. No estoy de acuerdo. Sí, no se puede negar que la oscuridad siempre parece más feroz que la luz, aunque lo sé mejor. La luz puede ser tan feroz como su polo opuesto cuando se trata de las razones correctas; supongo que es solo una cuestión de la capacidad (o voluntad, para el caso) de ocultar toda esa ferocidad detrás de las sonrisas educadas y la actitud dulce.
Claro y oscuro; diría que es adecuado para los dos, incluso coincide con su tez.
La profesora Granger, con su suave cabello castaño y los ojos que siempre parecen sonreír, nunca se tambalean para hacer que todos se sientan como en casa; se sienten bienvenidos. Ella tiene esa habilidad mágica, a falta de una palabra mejor, para calmar a cualquiera con solo una inclinación de su cabeza. No es de extrañar que siempre esté rodeada de un grupo de estudiantes, incluso aquellos que no están en su casa. El hecho de que sea tan firme como la directora McGonagall en términos de disciplina de clase no parece marcar la diferencia. Todo el mundo se siente atraído por ella como las abejas a la miel.
Y aquí está; su polo opuesto, el profesor Black, ¿ves? Incluso vive su nombre. Todos los estudiantes la conocen. Todos los estudiantes la temen, para ser exactos. Ella es tan peligrosa como puede ser; la mayoría de los estudiantes la evitan a toda costa, y parece que no le importa en absoluto. Creo que le gusta el miedo, oh, sí, el brillo en sus ojos cuando ve a los estudiantes acobardados mientras camina por el pasillo lo demuestra. Me divierte sin fin que algunos estudiantes incluso reconozcan los clics de sus botas y se alejen antes de que realmente la vean.
Curioso, en realidad, cómo los dos pueden llevarse bien el uno con el otro, ya que son totalmente diferentes en todos los sentidos de la palabra. Se sientan uno al lado del otro en el comedor y a veces se les ve caminando juntos a Hogsmeade. Si los rumores que escuché de otros estudiantes son ciertos, de que ambos estaban en los lados diferentes durante la Segunda Guerra de Magia, entonces tengo más razones para tener curiosidad. Fraternizar con el enemigo no es algo que pueda comprender, aunque siempre me enseñan que a veces las cosas no son como parecen ser.
Claro y oscuro: repito las tres palabras a menudo; más a menudo ahora que antes.
La profesora Granger no es parcial a una Cámara: es la Jefa de Gryffindor; da y reduce los puntos como se merecen, aunque sospecho que la mayor cantidad de puntos que toma son de Slytherin. Sin embargo, tiene sentido: ¿quién en su sano juicio prendería fuego a la túnica de un estudiante mientras estaba en la clase del profesor Granger? ¿O quién diablos trataría de maldeciar a la profesora mientras ella tiene su espalda a la clase? (El último incidente, descubrí algún tiempo después, fue una de las acciones del profesor Black: su discusión en el pasillo fue un espectáculo que nunca olvidaré).
Sin embargo, en realidad no puedo decir lo mismo de la profesora Black; ella es, con mucho, la profesora más exasperante que he conocido. Como jefa de la Casa de Slytherin, mima mucho a esas pequeñas serpientes. Ella les da puntos por las cosas más tositas, como llegar a clase a tiempo. Ella ignora a Gryffindor, aterroriza a los Hufflepuffs y le da dificultades a los Ravenclaws cuando no captan su enseñanza rápidamente ("¿No se supone que tú eres el inteligente?" ella siempre dice).
Sus clases de DADA siempre están llenas de sorpresas. Ella deja que sus estudiantes practiquen todas las maldición que conocen (por supuesto, los tres imperdonables están fuera de las preguntas) en clase e incluso los anima a crear sus propios hexes y contrahexes para probar en clase. No hace falta decir que la señora Pomfrey es una de las que se opone a este método de enseñanza, dado que ella es la que tiene que lidiar con estudiantes lesionados. Sé que la directora y el profesor Granger a menudo le advierten sobre esto, pero, por supuesto, todo cae en oídos sordos. No entiendo la razón por la que la directora decidió contratarla en primer lugar.
Claro y oscuro: qué cierto, pero qué mal.
Hay momentos en los que no puedo distinguir la luz de la oscuridad.
"La vida no siempre es en blanco y negro, niño", eso fue lo que dijo la profesora Granger cuando le pregunté un día: "A veces la línea se vuelve borrosa y no sabes lo que está bien y lo que está mal y todo lo que puedes hacer es confiar en tus instintos y esperar que tomes las decisiones correctas".
Entonces no lo entendía. Y así regué todo el coraje que tuve para encontrar a la otra mitad, la profesora Black, y le hice la misma pregunta.
"Esa es una pregunta estúpida", me ladró como siempre lo hace cada vez que alguien se atreve a hacerle una pregunta superficial, "¿Y pensar que eres un Ravenclaw? Qué decepcionante. ¡Ve a pedirle a la directora otra vez debajo del sombrero de clasificación!" Ella me despidió con un gesto de mano.
Sus palabras duelen y me llevó meses llegar a la conclusión de que tal vez, tal vez, ella tampoco lo entiende. Después de todo, ella es una humana.
Sí, hay momentos en los que la línea entre la luz y la oscuridad es tan vaga, como ahora.
Hogwarts Express ha llegado a su punto muerto en la estación de King's Cross y salto con entusiasmo fuera del compartimento, listo para que comiencen las vacaciones de verano, ¡mi primeras vacaciones de verano de la escuela!
Ella no es la primera cara que espero ver, en realidad, la profesora Black, de pie en la plataforma llena de estudiantes y padres por igual, sosteniendo mis baúles en su mano. Ella está sonriendo genuinamente, algo que rara vez veo en la escuela.
"Bienvenido a casa, Dru", saluda, picoteándome en la mejilla mientras algunos estudiantes miran en estado de shock.
"Hola, madre", susurro contento mientras la dejo tomarme de la mano y llevarme a su otra mitad, su luz, mi otra madre. Ha pasado un año desde la última vez que las llamé "madres" y tengo un verano completo para llamarlas así a mi gusto.
Mi nombre es Druella Jean Granger Black, una Ravenclaw, la línea borrosa entre la luz de Gryffindor y la llamada oscuridad de Slytherin, y la única hija de mi madre.
