... [𝑺𝒐𝒖𝒓𝒊𝒓𝒆] 🎪◌ೄ

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- "¡Ugh! ¡Barnaby!"

Exclamó Frank completamente empapado mientras Barnaby se reía a carcajadas junto a Julie, el vecino más maduro del vecindario que se prometió a si mismo que nunca caería en las bromas del bromista del vecindario había caído en una de sus travesuras, ¡Pero no fue culpa suya! ¿Cómo iba a saber que las flores que Julie le había dado a Frank eran unas flores de broma de Barnaby?

Julie le entregó un pañuelo, Frank lo tomó y empezó a secarse mientras veía como Barnaby todavía estaba atacado de la risa.

- ¡Vaya, Frank! Al menos ya no necesitarás una ducha, ¿Verdad?"

El azulado continuó riéndose mientras Julie intentaba contener la risa que le daba aquel comentario de parte de Barnaby. Eso solo causó que Frank se enojará aún más y empezará a gritarle a Barnaby que se fuera de su casa, este simplemente se fue, conteniendo algunas risitas mientras Julie intentaba calmar a Frank.

Barnaby B. Beagle siempre fue el vecino más bromista de todos, aunque Frank no supiera apreciar sus bromas los demás vecinos siempre soltaban unas carcajadas por las inofensivas bromas del perrito. Eso sí, el nunca haría ninguna broma que pudiera perjudicar a ninguno de sus vecinos, el los quería como a una familia, por eso le encantaba tanto hacerles bromas o contarles algún chiste para ver sus brillantes sonrisas.

Mientras volvía a su casa escuchó un pequeño gruñido, era su estómago, ir por un hotdog a la tienda de Howdy no hará daño, ¿Verdad?

Dicho esto, giró sobre sus talones y se dirigió a la tienda de su amigo Howdy, mientras iba a la tienda pensaba en que chiste le contaría a cambio de un hot dog. Sus pensamientos se vieron interrumpidos por una plática que se escuchaba a unos metros cerca de él, volteó a ver de qué se trataba y se encontró a su mejor amigo Wally hablando animadamente con una chica que solo escuchaba mientras sostenía un baúl negro con detalles dorados.

- "Debe tratarse de una nueva vecina."

Caminó en dirección hacia el sitió donde estaba Wally hablando con la chica y saludó a ambos con una de sus grandes sonrisas.

- "¡Hey, Wally! Que alegría verte el día de hoy."

El peliazul reconoció esa animada voz, se giró hacía donde venía su querido amigo y le dio una pequeña sonrisa, mientras que la chica escondía la mitad de su rostro con su baúl.

- "Igualmente, oye... ¿Quién es ella?"

Preguntó mientras señalaba a la jovencita que solo miraba desde su lugar, pensó qué tal vez estaba de más en ese sitio.