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17 años atrás:

La sala se encontraba en completo silencio, los hermanos Hightower estaban sentados en el gran sillón blanco en la espera de que llegara su padre. Este no tardo mucho en hacer presencia ante sus hijos, llegando con pasos imponentes que tanto controlaban a los dos jóvenes.

— Alicent habla. — Exigió al momento que tomó asiento frente a los dos chicos.

— Viserys me propuso matrimonio y me aseguro que no pondrá demanda al hospital, también olvidará el incidente de Gwayne. — Mientras contaba lo dicho por el Targaryen, la pelirroja no pudo evitar comenzar a morderse las uñas de sus manos, se encontraba inquieta y eso lo notó su hermano, quien rápido tomó la mano de Alicent con intención de calmarla.

— Supongo que aceptaste, es lo mejor para todos, justo ahora que tú tío ya no es nuestro socio. — El hombre se levantó del sillón para dirigirse al mini bar que se encontraba en la misma sala.

— Alicent no tienes que hacer esto. — Gwayne comenzó hablar apresurado, no permitiría que su hermana se casara con un hombre que le doblaba la edad y todo eso por su culpa.

Rápido fue callado al tener enfrente a Otto, quien se encontraba furioso y se podía ver todo ese enojo en sus ojos y la forma de como temblaban sus manos donde sostenía una copa y en la otra la botella que contenía el alcohol.

— Tiene que hacerlo, ¿Sabes por qué?, porque tiene un hermano idiota que puso en peligro no solo al hospital, también su inexistente carrera como cirujano, mi carrera y posiblemente la de tu hermana, todo esto es tu culpa Gwayne, por creer que sabes todo y solo eres un interno que cometió negligencia con su primer paciente. — Comenzó a recriminar cada acción del mayor.

Para Gwayne todo se convirtió en un infierno desde que comenzó su internado al mando de su propio padre, quien era un gran neurocirujano muy éxitoso, Otto Hightower, pero todo fue en picada ese día, un 15 de abril, cuando Gwayne Hightower sin autorización extirpó un tumor sin la presencia de su padre, ocasionando que su paciente muriera, poniendo en peligro la carrera de su padre y el prestigio del hospital Hightower, ese que con esfuerzos sus antepasados habían construido.

Para remediarlo, el propio Otto ofreció a su segunda hija como esposa a Viserys Targaryen, para mantener ese secreto entre ellos cuatro y así pactar nuevos negocios entre las familias, Alicent no podría negarse, de lo contrario todo recaería en su padre y hermano. 

— Ya basta Gwayne, es mi decisión, yo elegí comprometerme con Viserys, así podremos prevenir los problemas que se avecinan si todos se enteran de lo que hiciste. — Objeto Alicent un poco enojada, sabía que lo dicho era una vil mentira, pero no quería que su hermano cargara con la culpa de ser el causante de su futuro matrimonio a tan corta edad.

— Aprende de tu hermana, eres un inútil, de ahora en adelante me harás caso y no te opondrás, dejarás tu vida mediocre y volverás hacer tus rondas en el hospital en otra especialidad, ¿me entendiste? — Espero respuesta del contrario, pero solo redivivo un asentimiento, cosa que lo hizo enojar más. — Contesta. — Volvió a insistir el mayor.

— Si papá.

Todo volvió a estar en un silencio incómodo, Otto se tomó su trago ahora más calmado, Gwayne mantenía su cabeza agachada, conteniendo las lágrimas ante tal regaño y Alicent solo observaba el jarrón rojo como si fuera lo más interesante, intentando pretender que no pasaba nada, que no estaba a punto de casarse con un hombre que le doblaba la edad.

......

Los meses pasaron y Alicent Hightower no existía más, ahora era la señora Targaryen, adoptó el apellido a petición de Viserys, por lo que ella no tuvo opción. Durante esos meses todo parecía tranquilo, lo difícil fue convivir con Rhaenyra, una niña de 11 años quien no entendía el porqué su padre se casaba con alguien tan joven.

Hard LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora