Ya era casi de noche, pasando las seis de la tarde, la casa Bridgerton se encontraba extrañamente silenciosa ese día, pero en la habitación de cierto joven, se sentía un aura de emoción, sentimientos encontrados y mucha expectación.
Colin Bridgerton se encontraba alistándose para la cena tan importante que tenía aquella noche, en casa de la familia Featherington, no es como si nunca hubiera cenado en esa casa y con esa familia, pero esa noche era especial.
Mientras se observaba en el espejo y su ayudante de recamara le acomodaba la pajarera del traje para que luciera impecable, a su habitación entró el mayor de sus hermanos, Anthony, quien lo veía con una ligera sonrisa, mezcla de orgullo y picardía.
-¿Cómo me veo?- le preguntó
-Estás listo- afirmó y se acercó para darle los últimos retoques al traje de su hermano -¿Quién diría que volveríamos otra noche a cenar con esa familia?- insinúo el mayor de los Bridgerton
-Lo sé, se siente extraño- confirmó Colin, acomodándose el corbatín, ya que comenzaba a sentirse nervioso y algo ahogado
En ese momento, entró su madre, Lady Viuda de Bridgerton, quien lucía feliz y sumamente emocionada por lo que sucedería esa noche
-¿Está todo listo, por aquí?- dijo mientras miraba con orgullo a su tercer hijo
Ambos jóvenes asintieron, listos para acudir a la reunión que los esperaba, se encaminaron hacia la puerta, donde ya los esperaba la Vizcondesa Bridgerton y su hermana menor, Eloise, quienes los miraron sonrientes y se alistaron para salir,
Mientras tanto, del otro lado de la calle, una joven pelirroja se encontraba siendo asfixiada por su madre y hermana, quienes le acomodaban el cabello y el vestido con demasiada ansiedad, para que luciera perfecta
-yo la sigo viendo igual que siempre- dijo aburridamente la mayor de las hermanas Featherington, Prudence, quien se encontraba sumamente celosa de sus hermanas menores, pues una estaba casada y otra estaba a punto de celebrar su cena de compromiso con el caballero más cotizado de todos Londres –además, Colin Bridgerton aún se puede arrepentir-
-no le hagas caso, hermanita, es una envidiosa, te ves exquisita esta noche- respondió Philipa, la hermana de en medio quien recién se había casado hace un año
-ya dejen a su hermana en paz, que la ponen más nerviosa- dijo finalmente la madre, Portia, quien plisaba una y otra vez el hermoso vestido azul Bridgerton que le fue regalado a su hija, cortesía de su futura cuñada, la Duquesa de Hastings
-madre, la única que debe calmarse eres tú, eres la persona en esta habitación que me pone nerviosa- contestó Penélope, mientras observaba por la ventana, realmente no le importaba como se veía o si lucía impecable, su corazón latía fuertemente, pues todos sus sueños finalmente se cumplían, se sentía en una fantasía que no quería que acabará nunca, pero una duda aún le calaba en lo más profundo de su alma
Entonces, llegaron los Bridgerton a la casa Featherington donde fueron llevados directamente a la sala principal, cuando entró Lady Featherington, tomada del brazo de su hija menor, Penélope, a quien arrastraba casi por el salón y detrás entró Philipa Finch, del brazo de su esposo, Lord Finch y, al final, entró Prudence con una cara de sentirse verdaderamente incomoda en ese lugar.
Después de las presentaciones y el formalismo, Eloise fue la primera en correr a abrazar a Penélope, mientras Lady Featherington, invitaba a su futura consuegra, a pasar a tomar asiento.
-te ves hermosa- dijo Eloise orgullosa de su amiga
-gracias, tu hermana fue muy amable al regalarme este vestido- exclamó Penélope orgullosa del atuendo
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Cuando lo entendí
FanfictionPenélope estaba insegura respecto a si en verdad Colin la amaba como para pasar el resto de su vida junta ella, no quería obligarlo a hacer algo que no quería, pero en realidad, era Colin quien debía demostrar que estaba listo para demostrar sus ver...