Confesión

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''¿Hola? ¡Tierra llamando a Wally!'' 

''No te va a hacer caso'' 

''¿Por qué?'' 

''Esta en su mundo ¿no lo ves?''

El ''mundo'' donde Wally siempre se perdía, apodo por el cual Barnaby se refería al gran amor de su amigo, era la marioneta.

Estaba a tan solo unos pocos metros de distancia hablando con Eddie, sin percatarse de que Wally le miraba desde lejos con una expresión enamorada: manteniendo una pequeña sonrisa plasmada en el rostro, así como un leve rubor en las mejillas y unos ojos que le miraban con total adoración. 

Barnaby coloco una pata sobre el hombro de Wally, sacándolo de su trance para fijar sus ojos en él ''¿Qué sucede? ¡Ah, hola Howdy!'' saludo el peliazul con una amable sonrisa al recién llegado ''No te había visto por aquí''

''No te preocupes, me di cuenta'' contesto Howdy divertido ''¿Qué has pensado Wally? ¿aún no piensas confesarte?''

Wally ladeo la cabeza confundido, preguntándose a sí mismo a qué se refería. Barnaby negó con la cabeza al ver la expresión de su amigo, pues dedujo de inmediato que Wally no había entendido su pregunta ''Te está preguntando que si aún no le vas a decir a Manzanita que te gusta''

La pregunta lo tomo desprevenido. Completamente sonrojado, titubeo antes de poder contestar ''¿Confesarme? Eh... ¿creen que sea una buena idea?'' pregunto intercambiando su mirada entre los dos amigos. 

''Si quieres llegar a algo más con Manzanita yo diría que sí'' contesto Barnaby ''Ay, aunque...  creo que estás muy chiquito para esas cosas ¿no?''

''Barnaby, este no es momento para burlarte de la estatura de Wally''  reclamo Howdy con una sonrisa, ganandose una carcajada por parte del gran perro, quien no se esperaba para nada la broma de Howdy.

Sin tomarle importancia a las risas escandalosas de sus amigos, Wally volvió su vista una vez más hacia la marioneta, debatiéndose internamente mientras le miraba de si era buena idea confesar sus sentimientos o seguir fingiendo como si estos no existieran.

De sentir la mirada del peliazul sobre su rostro, la marioneta se giró a mirar a Wally quien de inmediato se sonrojó tras haber sido descubierto. Una dulce sonrisa se dibujó en el rostro, ahora sonrojado, de la marioneta mientras alzaba una mano para saludar a su amigo, ganándose que este sintiera como si su corazón diera un vuelco y tímidamente alzara la mano para devolverle el saludo.

Un suspiro prolongado se escapó de su boca, delatando su profundo amor por aquella persona a la que no podía quitarle los ojos de encima. Estaba tan enamorado, que frecuentemente se encontraba fantaseando en un mundo donde la marioneta sintiera lo mismo que él, causándole que las mariposas en su estómago revolotearan de alegría con aquellas fantasías. 

¿Realmente estaba dispuesto a que aquello se mantuviera así? ¿como una simple fantasía? 

No, la verdad era, que quería que se volviera una realidad.

Decidido, se dispuso a caminar hacia su hogar, pensando en lo que haría para confesársele a la marioneta de una vez por todas. Barnaby, viendo confundido como se alejaba, le pregunto ''¿A dónde vas?''

Wally respondió con una sonrisa ''¡Voy a averiguar como confesarme!'' dijo antes de meterse a su casa, dejando al par de amigos con una sonrisa burlona en el rostro.

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⏰ Última actualización: May 19, 2023 ⏰

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