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—¡No quiero ir!—Gritó malcriada.

—¡Si vas a ir! Es tu primer día ¿Por qué te cuesta tanto ir? ¡Conoces a todos tus compañeros!

—Pero tengo miedito...—Respondí cabizbaja.

Su madre dió un suspiro y la abrazo para consolarla un poco.

—Se que es difícil, por lo nervios, etc. Pero tienes que ir, a lo mejor consigues novio—Dijo su madre, pícara.

—Que asco.

Rieron un poco y por fin fuiste a prepararte y ponerte el uniforme para tu primer día de tu último año de primaria, ¿Qué emocionante no? Cabe recalcar, es sarcasmo.

Igualmente, me alegro no haber faltado. Si lo hubiera hecho, no hubiera pasado todo lo que estoy relatando.

Ya eran casi las 7 pero estabas lista, así que no había nada de que preocuparse.

—¿Ya terminaste?—Escuchaste la puerta abrirse y después un suspiro de emoción—Hija... Te ves... ¡Espléndida! ¿¡Dios, como eres tan linda!?

—Basta mamá..—Dijiste balbuceando, ya que tu progenitora te estaba amasando las mejillas como si fuera plastilina.

—Bueno, vámonos—Te soltó, llorando falsamente.

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Ya en la escuela, mirabas la puerta con nervios, todos tus compañeros estaban ahí, reconociste a casi todos... Menos a uno. Un chico casi pelinegro con pecas estaba a un costado, viendo a todos saludarse, cómo si se sintiera excluido... ¿Será nuevo?

Saliste del auto, te dirigiste a la puerta y saludaste a los que te reconocieron. Había que recalcar que cambie mucho en un verano, había crecido mi altura y mis pechos por igual, no me sentía linda, a decir verdad, pero mucha gente me repetía lo "hermosa" que me veía, para mí que mienten.

El chico seguía ahí parado ¿Qué carajos le pasa? ¿Por qué no habla con nadie? No es que yo sea grosera, al contrario, todo el mundo que me conoce dice que soy muy dulce, pero también lo extrovertida que soy, tengo más amigos que cabello. Me sorprende que no hable con nadie ¿Debo hablarle? Naahh... ¿O si?

El timbre sonó y todos entraron desesperadamente, no entiendo cual es el apuro si en realidad odiamos venir al colegio.

El pecoso solo espero a que todos entrarán para después entrar el, yo hice lo mismo, no quiero que estropeen mi cabello ni que tampoco me toquen el trasero, por accidente o a propósito, de igual manera me molesta.

Note una mirada en mi por lo que pude suponer que era del pecoso, y si era de el, y ahí estaba, detallando cada facción de mi cara, que rarito. Obviamente no lo voltee a ver, lo estaba viendo de reojo sin que se de cuenta, se ve tan tierno.

Ya adentro, en el salón, puse mi mochila en el suelo para sacar mi libreta de matemáticas y la cartuchera, odiaba matemáticas, pero soy la mejor en ella, y eso no iba a cambiar.

—Señorita, no sé duerme en clase, a la próxima irá a dirección a dormir con el director. ¿Entendido?

—Si...—Respondí apenada, todos reían y no me molestaba, me apenaba un poco solamente. Pero solo había alguien que no se reía y me miraba algo preocupado; el nuevo. No lo habían presentado, ni el se había ofrecido a presentarse, así que no sabía su nombre o cualquier otra cosa.

Escuchamos el timbre del receso y nunca me puse tan feliz en mi vida. Cerré mi libreta y cartuchera lo más rápido que pude y me levanté para subir a la azotea, el lugar más solitario y calmado del colegio en los recesos, amaba estar ahí, nadie molestaba y podía descansar como necesitaba, sin ruido alguno.

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⏰ Última actualización: Apr 30, 2023 ⏰

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¿Este Amor Es Real? || Lee Félix X Lectora  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora