—¿De nuevo pensando en la musa de tus canciones?
—En el muso, querrás decir —se burló otro de los hombres que estaba en la sala de música.
—Ah cierto, cierto —dijo el primero—. Olvidaba que también eres uno de esos.
Yoongi tuvo el impulso de tirar la guitarra que estaba sobre su regazo, cuando fue consciente de que hablaban de él, para abalanzarse contra ellos y golpearlos hasta que se callaran.
Por suerte, Film, una baterista tailandesa que había sido la última en unirse a la banda el año pasado, estuvo lista para hacerlo en su lugar.
—¿Pueden hacer algo más productivo que ponerse en ridículo al demostrar lo idiota que son cuando hablan? —Sí, prácticamente era la nueva, pero todos se aplacaban cuando hablaba con un perfecto coreano—. ¿O es que también lo son cuando tocan y por eso no lo están haciendo ahora?
Seho, el hombre que había iniciado todo, se quitó el bajo de encima, para poder mostrarse más intimidante ante ella.
—Tocaría sin problemas si nuestro guitarrista y voz principal no estuviera con la cabeza llena de mierda siempre.
Film estaba lista para responder, si no fuera por el repentino sonido que se escuchó a tan solo unos metros. Yoongi había desconectado el amplificador de su guitarra eléctrica casi de golpe.
—Me alegra escuchar que sepas el cargo que tengo en esta banda. —Porque si Seho se valía de su tamaño y contextura para imponer miedo, el gran Agust solo necesitaba mirarte a los ojos para helarte por completo—. El cual me permite prescindir de cualquiera que no crea necesario aquí.
Toda la postura altiva de Seho se empezó a desestabilizar, mientras Film solo rodaba los ojos al suspirar. Si ella tiene la habilidad de acabar las discusiones, Yoongi es experto en incentivarlas aún más.
—¿No creen que ya deberíamos salir a comer algo por lo… tensos que estamos todos de tanto practicar? —interviene Zico, otro de los guitarristas que definitivamente odiaba los conflictos.
—¡Me parece una gran idea! —exclama Jaesuk, el tecladista que le estuvo siguiendo el juego a Seho, pero que ahora jalaba del brazo a su amigo porque no le convenía que hubiera una pelea entre ellos.
—Claro, es fácil decirlo de alguien que seguramente se acuesta con el CEO para conseguir esa clase de favores.
Yoongi soltó una carcajada que solo hizo que las palabras de Seho no se vieran más que como una simple broma.
—Mi querido Jo —le habló con ironía—. Se te está olvidando que yo formé esta banda —Se apuntó a sí mismo—. Los "favores" que me hagan me corresponden por derecho, no por banalidades.
Yoongi tampoco iba a decir que es un santo porque nadie le creería. No por nada Agust hacía suspirar a hombres y mujeres por igual al estar bajo su merced.
Bajo el escenario o de sus sábanas. Cualquiera de esas dos opciones significaban lo mismo al final del día.
—Te crees el dueño de todo, ¿no?
—Tal vez él no, pero yo sí.
Solo esa frase bastó para que Seho se congelara en su lugar, girando su cuerpo en cámara lenta para así amortiguar la vergüenza que sentiría de mirar a su jefe a los ojos.
Porque Kim Namjoon es el creador de la banda de rock en ascenso DREAM.
—Jefe…
—Te espero ya mismo en mi oficina. —No fue necesario gritarle para hacer que Seho comenzara a sudar en montones—. Y que sea rápido, no estoy para hacerle favores a nadie.

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SDL | yoonmin
FanfictionYoongi, mejor conocido como Agust, forma parte de una banda de rock que poco a poco está ganando un lugar dentro de la industria. Mientras que Jimin es uno de los integrantes y vocalista del grupo idol del momento. Ambos están cumpliendo sus sueños...