Erasé una vez, una niña que caminaba por las calles observando todo lo que la rodeaba mientras que a su madre buscaba. Ella miraba: árboles, casas, perros, gatos y personas pero sentía que le faltaba encontrar algo. Su vista iba de un lado a otro, pero no miró otra cosa desconocida, solo veía: árboles, casas, perros, gatos y personas. De repente, sintió tristeza, y comenzó a pensar "¿No hay más nada?" Y suspirando sus ojos vieron algo que ignoraba completamente
Un cielo, tan vasto y tan azul que la sorprendió.
La niña con emoción saltó porque encontró un nuevo mundo. En el cielo azul observó las nubes, las aves, el Sol y la Luna. Sonreía de felicidad por ver mucho más, pero pronto pensó "¿Realmente ahora no hay más?" Y decaída miró hacia abajo y descubrió el suelo.
Sus ojos observaron la tierra, las plantas, las hormigas, las rocas y sus propios pies. Asombrada, volvió a mirar todo de nuevo pero está vez, comenzó a cantar todas las cosas que aprendió:Caminando por una calle,
En busca de mi madre,
Miro en mis costados y me sorprendo,
¡WOW, que mundo tan bello!De izquierda a derecha,
De lado a lado,
Veo árboles,
Casas,
Perros,
Y gatos.De arriba a abajo
Del cielo al suelo
Veo nubes,
Tierra,
Y animales nuevos.¡Que chiquita me siento!
Arriba está el Sol y la Luna en el cielo,
Que grandes deben de ser,
Estás tan lejos,
Y aún así las veo.¡Que grande me debo de ver para ellos!
Para ellos del suelo,
Porque abajo están las rocas,
La tierra,
Y los insectos.Parezco un gigante para ellos,
Me deben seguro de tener miedo,
¡Tan solo tengo 5 años!
Yo no les haría daño.Oh cielo,
Oh suelo,
Oh personas,
¡Hola les digo!
Para que vean este mundo nuevo.La niña cantaba y su madre con el ceño fruncido la llamó:
-¡Mi niña! ¿Qué haces caminando por la calle sola?
-Ando buscándote madre, te extrañaba y te comencé a buscar.
-Vamos rápido para la casa mi niña, que ya va a oscurecer y solo la Luna y las estrellas vamos a tener.
-¿Las estrellas?¡Yo las quiero ver!
La madre luego de despedirse de su amiga, volvió a su hogar caminando con su hija. Las dos iban de las manos mirando sin parar. Una vigilando y la otra solo admirando:
- ¡Mamá! Las estrellas son muy bonitas, brillan como miles de focos pequeños, creo que nos quieren mostrar el camino a casa.
- Sí mi niña, tal vez nos quieren guiar pero mejor mira al frente, que te puedes caer y una lastimadura te puedes hacer.
- ¡Mamá! La Luna nos está siguiendo, ¿Será que quiere venir con nosotras?
- No mi niña, la Luna está quieta, nosotras nos movemos, en todo caso, nosotros la estamos siguiendo.
-Wow, hay tantas cosas interesantes y nuevas que ya me duele la cabeza, ¿Mamá me ayudas a qué pare? Es que quiero saber más.
La madre se rió junto con su hija por su hambre de conocimiento. Ellas, felices, llegaron a su casa con toda la familia. A la niña la retaron por salir sola a su barrio "¿Cómo se le había ocurrido ir hasta la esquina sola con tan solo 5 años?". Con el tiempo, la anécdota quedó y la niña de ayer, hoy es toda una mujer. Aún así, en sus ojos se veía que la curiosidad por el mundo nunca se apagó, es más, parecía un brillo que solo crecía sin parar.
Un día, estando con su pequeña hija. La miro a los ojos y vio que era curiosa como su niña interior, y mientras le acariciaba el rostro y la arropaba para que fuera a dormir, con calidez le comenzó a decir:
-Hoy te contaré una pequeña historia, mi niña.
_ ¿Cuál mami?
_ Es la historia de una niña igual de curiosa que tú, que buscaba a su madre en su aventura.
_ ¡Wow! Yo la quiero escuchar, ¿Me la puedes contar?
_ Escúchame mi niña, pero escúchame con atención, porque está es una historia solo mía— sonrió con complicidad— que le pasó a una nena llamada Ada cuando estaba toda chiquita y mimada.
_ ¡Se llama como tú! — saltó de su cama con emoción.
_ ¡Ay mi niña! No puedo decir que soy yo, eso le quitaría la emoción.
_ ¡Ja! Eres tú — la abrazó con felicidad por haber descubierto a su mamá.
_ Okey, vamos, acuéstate y escúchame sino no empezaré, y no sabrás de la aventura que te estaba por contar.
La hija, apresuradamente se volvió a acostar y con los mismos ojos curiosos que su madre tenía, la miró ansiosa por saber cuál aventura le contaría ese día:
_ Escúchame mi pedacito de estrella, mi pedacito de Sol y mi luna entera, erasé una vez, una niña que caminaba por las calles observando todo lo que la rodeaba mientras que a su madre buscaba…
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Niña curiosa, hija buscona
Short StoryUna niña va caminando mientras busca a su madre... Las imágenes no son de mi autoría.