Resbalon

Un verano, dos jóvenes, decidieron ir de vacaciones a un camping de playa. Bryan y David escogieron un camping, que estaba situado en Barcelona. Para ser concretos en el Delta del Ebro. Ese camping estaba situado en frente de la playa, justo al salir del lugar, tenían situada la orilla. Se quedaron allí durante una semana, o más si les apetece quedarse durante más tiempo. Una noche, cuando estaban cenando, a David se le ocurrió que podrían aprovechar para ir a pescar. Ya era bastante tarde, pero, sabían que por la noche los peces suelen picar más. Agarraron todo el material: cañas, linternas, hilo, sillas, anzuelos... Eran conscientes de que solo tenían 3 anzuelos. Pero, no creyeron que los fueran a perder ni nada así.

Una vez salieron del camping se dirigieron hacia la playa. Decidieron que la mejor zona para pescar, era en el lugar donde el agua chocaba contra las rocas. Ya que así sería más fácil pescar. Lo prepararon todo. Colocaron las sillas en unas rocas para que estén estables. Abrieron la caja de material, en la cual llevaban los anzuelos. Sacaron los gusanos de la nevera. Buscaron unas piedras para aguantar las cañas. Por último se colocaron las linternas de la cabeza.

Una vez que ya lo tenían todo preparado, David fue el primero en tirar la caña. Estaba claro que al que le gustaba pescar era a él. Un hombre tranquilo, callado y aficionado a la pesca. Al revés que Bryan. Él era muy hablador, un poco nervioso e impulsivo. David colocó el gusano en la caña y lanzó el hilo. Colocó la caña y se sentó sobre una piedra. Llevaban ya 5 minutos esperando y se notaba que Bryan ya se estaba poniendo nervioso. Le pidió que le preparara su caña también, mientras esperaban a que piquen. Justo cuando se lo pidió. De golpe la caña se movió, alertando de que habían picado. David se levantó rápidamente y fue hacia la caña. Agarró el sedal y comenzó a tirar. Parecía que tenía algo grande, pero de golpe, se cortó el hilo. Supusieron que estaría ya un poco roto de antes. Así que volvieron a prepararlo todo.

Ese día, estaban pasando cosas muy raras. Estaban utilizando el último anzuelo que les quedaba. David aún tenía esperanzas. Para que ese anzuelo sí que funcionara. Estaba colocándolo todo, cuando de golpe se le acabaron las pilas a la linterna. Le pidió a Bryan su linterna y continuó.
"Estoy seguro de que, a la tercera va la vencida", pensó David. Bryan tenía ya la caña colocada y tiró el hilo. Al hacer eso, David se dio cuenta de que lo tiró mal y le pidió a Bryan que recoja el hilo y vuelva a tirar. Estaba recogiendo el hilo con el sedal y se quedó encallado justo donde el agua choca contra las piedras. "¡No té preocupes, ahora te traigo tu anzuelo!", dijo Bryan bajando habilidosamente por las rocas. David intentó detenerlo, porque es muy peligroso y más sin linterna. Bryan resbaló y cayó al agua.

David se preocupó mucho, así que se dirigió hacia donde su amigo cayó. "¡Bryan!", gritaba mientras bajaba por las rocas. "No puede ser...", pensó David. Mientras observaba el cuerpo de su amigo. El agua está llena de sangre. Bryan tenía mordeduras y sangre por todo el cuerpo. Incluso le faltaban algunas partes del cuello. David vio que el agua estaba muy movida y cuando menos se lo esperaba. "Anjovas..." susurro.