El papá del Villano es muy lamentable [BL]

23

A las ocho de la tarde. Viento del norte.

Chen Mo se levantó de su escritorio, cerró la ventana y corrió la cortina para bloquear la luz de la pesca en el lejano río exterior.

Primero, hizo unos cuantos encargos de traducción en la página web de Piggy, y luego empezó a masticar los problemas de física que no entendía en absoluto. El primero fue fácil, mientras que el segundo le costó media vida. Después de que le quitaran media vida, seguía sin poder hacer ni un solo problema.

Chen Mo se metió los diez dedos en el pelo. Pensó para sí que estaba acabado, y que probablemente obtendría un huevo de pato en Física en el examen semestral dentro de quince días, y que había una alta probabilidad de que la gente sospechara que este cuerpo había cambiado su núcleo.

Después de pensarlo un rato, Chen Mo cogió los ejercicios y abrió la puerta del lado opuesto de la habitación para buscar a Wei Zhe.

Era un extraño. Tan aprensivo.

Chen Mo pensó que estaba loco de remate, Wei Zhe y él sólo se conocían desde hacía tres días, así que qué tenía de deprimente que le llamaran forastero.

"Toc, toc, toc". Chen Mo llamó a la puerta.

Al igual que ayer, la puerta seguía en silencio, y sólo después de mucho tiempo oyó el sonido de pasos perezosos.

Wei Zhe abrió la puerta. Ya se había duchado y se había puesto el pijama, y el leve aroma a jabón fresco le envolvía.

"Uh ......" Chen Mo se quedó boquiabierto. Probablemente estimulado por el "forastero", se dio cuenta en ese momento de que Wei Zhe se resistía bastante a ser molestado después de cenar.

Si fuera la mayoría de la gente, cuando un amigo llegaba a la puerta, sin duda se daría la vuelta y dejaría paso después de abrir la puerta. Pero era Wei Zhe quien permanecía en la puerta al menos cinco o seis segundos antes de soltar lentamente el picaporte. Así ocurrió anoche a las diez, y así sigue ocurriendo ahora a las ocho.

Wei Zhe barrió la cara de Chen Mo, con los ojos fijos en el cuaderno de ejercicios que tenía en la mano.

"¿Me estás tomando el pelo?" Sin que Chen Mo tuviera que decir nada, Wei Zhe sabía lo que pasaba por su cabeza.

Chen Mo sonrió amargamente: "No me sé ninguna de las preguntas de los deberes para mañana ......".

Wei Zhe escuchó: "¿Cuál de tus ojos vio que yo lo sabría?".

Chen Mo baja la cabeza, sujeta los ejercicios bajo las axilas y junta las manos, "¡No tengo más remedio que curar a un caballo muerto, por favor!"

"Así que soy un caballo muerto".

"No", dijo Chen Mo, "tú eres el Sai Hua Tuo que devolvió la vida al caballo muerto, yo soy el caballo muerto". Una cara suplicante, "¡Hermano, por favor!"

"¡Has sido pateado en la cabeza por un burro!" Reprendió Wei Zhe. Pero a pesar de ello, esquivó y dejó entrar a Chen Mo.

La habitación estaba igual que ayer, la mochila estaba tirada en el suelo, sin señales de haber sido abierta, y la colcha de la cama había sido extendida y arrugada, mostrando que su dueño llevaba mucho tiempo tumbado sobre ella. La mesa, en cambio, estaba seca y limpia, sin café a la vista. No sé si Wei Zhe no iba a tomárselo esta noche, o si aún no había empezado a colarse porque era demasiado tarde.

Wei Zhe apartó la silla que había junto a la mesa e hizo un gesto a Chen Mo para que trajera un taburete del rincón.

Chen Mo abrió el cuaderno de ejercicios y se lo señaló a Wei Zhe: "Los deberes de hoy".