leche de Vainilla {0.1}

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''Los días siempre han sido monótonos, hoy igual que ayer, mañana igual que hoy, nada cambia. Igual que todos los dias, voy a la escuela, me siento en alguna esquina alejado del resto y miro a la ventana, solo esperando a que la campana toque nuevamente, hacer la misma rutina de años... Al menos hasta que apareciste tu"

-Mi nombre es Daniel Park, un gusto -saludo a todos, mientras sonreía nerviosamente.

"Sonreiste, y esa simple acción tan sutil fue como un ataque directo hacia mi, era increíble la sensación tan abrazadora que me hiciste experimentar, es algo que simplemente no logro explicarme como fue capaz de pasar.
Aunque claro, supuse que no fui el único que lo sintió, y al parecer no me equivoqué, todos te veían tan lasivamente que en algún momento tuve un leve impulso por arrancarles a todos los ojos, para que no ensucien de manera tan descarada tu persona"

-¡Zack y el chico nuevo van a pelear! -alguien grito, haciendo que todos voltearan en dirección a donde estaban ambos chicos.

-¡Estás jodido, cara bonita! -justo antes de que su puño tocará un solo cabello del otro chico, alguien lo detuvo con fuerza- No te metas en esto, rarito -advirtió con coraje, mientras pudo zafarse del agarre del rubio, quién no intervino más.

-Oye, no quiero pelear -dijo nerviosamente Daniel, quién acostumbrado a los golpes pudo esquivarlos fácilmente, haciendo aumentar aún mas la irá en Zack.

En un punto, Daniel quedó acorralado con Zack junto a los casilleros, no se le ocurrió nada para escapar, por lo que finalmente, decidió soltar el primer y único golpe a Zack, dándole un fuerte puñetazo en el estómago, lo cual hizo que al otro se le saliera el aire, tomándole algunos largos segundos en recuperar el aliento. Derrotado y humillado frente a la chica que le gusta, Zack finalmente decidió sentarse en su asiento, ignorando por completo las burlas y comentarios de todos

-Wow Daniel, ¡Eso fue increíble! Eres taaan genial -comento una chica, con tono halagador.

-Si Daniel, ¿Donde aprendiste a hacer eso? Zack es un prodigio en el boxeo

-¡Aun así pudiste derrotarlo cómo si nada!

Daniel, apenado por el espectáculo que dio en su primer día de clases, solo respondía tímidamente, sin querer verse arrogante, después de ese día se disculparia con Zack por eso, aunque en parte también fue su culpa, ¿Cómo se atrevía a insultar tan jodidamente tranquilo a las demas personas?
Finalmente la campana tocó, avisando que era de volver a casa, por lo que el salón rápidamente empezó a vaciarse

-Ah, disculpa -Daniel se acercó tímidamente hacia el chico frente a el- quería agradecerte por lo de esta mañana, y también disculparme

-...

-¿Seguro de que no hay problema? -Pregunto apenado, recibiendo una afirmación con la cabeza del otro- ¡Gracias! Por cierto, ¿Cómo te llamas?

-...

-¿Jay? Que lindo nombre, en fin, debo irme, ¡Adiós Jay! Nos vemos mañana -con una gran sonrisa y agitando sus manos se despidió del chico.

Tan pronto cuando Jay vio que aquel lindo chico ya se había ido, por fin se pudo permitir respirar, su cara se puso roja como una fresa y sus manos empezaron a temblar y a sudar, sentía un extraño sentimiento en su estómago y pecho, pero le gustaba ese sentimiento. Al cabo de unos minutos en los que recobraba la compostura decidió salir de la escuela, tomo su moto, y la encendió, dirigiéndose hacia su lujoso apartamento

Jardín De Meteoros☄️ °Jaesuk°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora