cap. 10

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Sunwoo aún no lograba encontrar al chico mayor. Había buscado hasta por debajo de las mesas de la cafetería pero aún no lograba dar con Chanhee.

Literalmente, comenzaba a volverse algo loco. La idea de que Chanhee se hubiera escondido muy profundamente, le rondaba por la cabeza pero también estaba la posibilidad de que se hubiera ido. 

—¡Choi! —gritó kim saliendo al patio de ejercicio. Había unas cuantas personas ahí y algunos le dedicaron una mirada curiosa, pero le ignoraron. 

No fue hasta que un alto de sonrisa iluminadora —es decir, brillante cual sol— se le acercó con el ceño medio fruncido. 

—¿Buscas a Choi Chanhee? —preguntó el chico alto. 

A pesar de que Sunwoo vagaba la mirada por el campo entero, le dedicó por algunos segundos la mirada al chico y asintió preocupado. 

Al parecer Sunwoo no reconocía a más de la mitad de sus compañeros escolares, pues no lograba identificar al mayor que estaba frente suyo. Quizá si estaba algo escondido de todos. 


—Creo que se retiró a su casa —volvió a decir el chico de sonrisa. 

Esta vez, Sunwoo le observó detenidamente para saber más sobre Choi. 

—¿En serio? 

—Eso fue lo que me dijeron —terminó diciendo el chico de cabellos castaños y se regresó a donde había estado. 

Sunwoo salió del lugar, no sin antes hacerse la nota mental de agradecerle al chico cuando lo viera en algún futuro. Era buena gente. 

Vio por instinto la hora en su reloj y a pesar de que aún le quedaban bastantes horas de clase, optó por ir a averiguar la dirección de Chanhee para irle a ver. 

Sí, así de enamorado y preocupado estaba. 

En un instante, se detuvo en medio del pasillo al verse en esas condiciones. Pero, más bien, una pregunta le hizo enredarse solo un poco más en su mente. ¿Con quién averiguaría la dirección de su hyung? 

—Ay, demonios —bufó retomando su caminar apresurado. 

Algunas personas se le venían en mente, como la señora de servicios escolares; no, de seguro se negaría a cooperar y terminaría un poco más enojado. 

Lo peor era que las fuentes informáticas sobre ese tema eran casi limitadas. 

—¿Quién, quién, quién? —se preguntaba una y otra vez. 


Seguía moviéndose son rapidez en los pasillos de su institución hasta que, como si una bombilla eléctrica se prediera encima de su cabeza, el nombre de Lee Juyeon se le vino a la cabeza. 


Pero claro, más de alguna vez Juyeon debió ir a traerlo para salir o ese tipo de cosas. Apostaba lo que quisieran a que era así, porque de alguna manera tenía que ganarse bien a Chanhee, de otro modo no hubiesen aguantado tanto tiempo juntos.  


Para su misma suerte —y había tenido mucha, pues ningún maestro lo había atrapado aún—, el timbre de cambio de hora resonó por las paredes. Sonrió triunfante y apresurándose más, fue al pasillo principal a esperar al pálido salir. 


Reconoció su blanquecina piel a metros de distancia y algo de enojo regresó a él. 

boyfriend|Sunnew Donde viven las historias. Descúbrelo ahora