Este sentimiento es más grande que yo, así que estoy frente a tu puerta porque necesito sacarlo de mi sistema. La gente común deja a los ángeles volar, pero sabes que yo nunca he sido así.
Todo este tiempo me he preguntado qué he hecho mal, con las lenguas de plata susurrándome cosas que solo aumentan mi insomnio. Juntos éramos los más grandes, o al menos así lo sentía yo, porque siempre fui consciente de que eres hermosa y juntos somos de clase mundial.
Sé que no me quieres volver a ver, está escrito en toda tu cara; pero si puedo ser suertudo de nuevo, quizás pueda verte en Chicago.
Extraño lo que éramos antes, cuando solías leerme como un titular, haciéndome imposible ocultarte algo. Duele enfrentar las consecuencias aún cuando ha pasado tanto tiempo.
Los sábados son incluso más dolorosos, pues están llenos de recuerdos y anhelos que hacen más difícil el olvidarte. La última vez que te vi me dijiste que me estoy aferrando al dolor del corazón, pero así funciona el amor, ¿no...?