Kim Namjoon persigue un sueño, uno que llegó lentamente pero con el claro objetivo de alcanzarlo. Namjoon es solo un adolecente, sin idea del mundo o de las personas. Quiere crecer en un lugar que acaba de pisar, volar cuando incluso caminar es difícil para los que son como él. Kim Namjoon nunca se había preocupado por el éxito o el renombre, por ser adorado o venerado por personas necesitadas de una figura a la cual idolatrar. Pero ese Kim Namjoon quedó en el pasado, junto con el niño que habría obedecido y tratado de cumplir sin chistar con las expectativas de sus padres. Namjoon no sabe muy bien qué fue de ese niño o de cómo fue que de un dia a otro desaparecio, solo sabe que en este momento el tiene un sueño, quiere alcanzarlo, llenarse de ambición, de codicia, quiere ser adorado y quiere dejar su nombre en alto, quiere que su música llegue al alma de la gente, al centro de la tierra para que así esta no pueda volver a girar sin saber que tiene grabada el nombre de Kim Namjoon en todas las personas que viven sobre ella.
Pero Nam es solo un chico, uno que no ha vivido mucho y cuya visión del mundo está empañada por ese salvajismo y ambición natural de la juventud, pero todo esa naturaleza rebelde y desenfrenada se da de cara contra la fuerza estática del recién llegado a la empresa. Namjoon lleva años ahí, entrenando duro con muchos otros chicos que también tienen un sueño, ha hecho amigos y malas experiencias, pero cuando aparece Seokjin el mundo deja de girar tan rapido, deja de avanzar en contra de él.
Seokjin llega con un rostro confundido, una mirada escéptica y una sonrisa amable. Llega listo para sonreírle cuando lo ve cansado, para alcanzarle un plato de comida cuando no sale del estudio y para regañarlo por haberse trasnochado en la empresa. Llega para cuidar de ese niño que creía haber dejado atrás, llega para decirle que estaba orgulloso de quien era, que había logrado todo lo que esperaba, que estaba feliz con quien era y con quien quería ser.
Pero ambos siguen siendo jóvenes, siguen siendo libres, con deseos salvajes y esperanzas irreales. Siguen siendo dos personas cuyos corazones no conocen mucho del mundo que los rodea y que correrán sin parar incluso cuando el peligro está tan cerca.
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2012, Seoul - Namjin
Teen FictionSomos todos tan distintos... y eso no hace mas que resaltar nuestras obvias similitudes. Tengo miedo, estoy feliz, me hundo en la miseria y resurgo en medio d euna euforia abrazadora. Al final del dia, para mi sorpresa, un par de ojos me observa con...