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Un poco más de paciencia, solo pedía un poco más de paciencia y tiempo para afrontar todo.

Solo pedía un segundo para respirar.
Eso estaba pasando su límite de pensamientos diarios.

Iniciaba apenas el día con ganas de morir. Su madre gritando, Yeji armando sus maletas, no había desayunado y estaba a llegando tarde.

Eso era suficiente para indicar que no tendría un buen día.

Llegando al colegio intentó ignorar todo a su alrededor, tanto a los que se le acercaban, como a las miradas de todo aquel que estuviera en el pasillo.

Miradas y más miradas, algunas lo juzgaban, otras parecían tenerle lástima, y algunas de esas ignoraban sus ojeras y le dedicaban miradas coquetas. Hyunjin de alguna u otra forma siempre lograba captar la atención de la gente.

— Hyunjin — llamó su compañera de asiento en cuanto vió a este acomodarse en su lugar, pero ella, al contrario de muchas, si pareció notar el mal estado de Hyunjin. — Hwang — volvió a llamar, ahora llamando la atención del pelirrojo, el cuál se giró para ver su rostro.

— Qué sucede, Minjeong? — habló con notorio desgano en la voz, mirando a la ajena de mala gana.

— ey, no me hables feo, solo quería asegurarme de que estés bien.

— si, estoy de maravilla, gracias por preguntar — contestó con sarcasmo ante la insistencia de la chica, y sonrió falsamente

— me preocupas, Hwang, después de todo, eres quien me pasa la tarea— Hyunjin rió ante el comentario de la rubia, pero de manera genuina, sus palabras si le habían hecho un poco de gracia — Yuna estuvo preguntándome mucho por ti últimamente.

— a mí debería importarme eso? — miró de reojo a la más baja y está solo se limitó a encoger sus hombros. — solo decía, creo que le gustas — dime algo nuevo.

Hyunjin no respondió, no le importaba mucho, ni Yuna, ni Minjeong, ni sus compañeros, ni nadie ahí presente, solo le importaba tomar atención a la clase, y, secretamente también le importaba Jeongin.

Era raro como de la nada siempre sucedía algo nuevo en su vida, todo en esos momentos parecía ser muy pesado y hostigante. Pero no entendía cómo, no sabía si eran nuevas tragedias callendo en él de pronto, o el que se estaba dando cuenta, pronta y continuamente de todos los problemas que siempre había tenido y había preferido ignorar.
Pero entre todos esos, él no consideraba a Jeongin un problema. En realidad, Jeongin no era un problema y nunca lo sería.

Las clases de tutoría siempre eran muy servibles para reflexionar sobre la vida.

¿Qué estaba ignorando ahora? Necesitaba darse cuenta, abrir los ojos de una vez para poder quitarse esa pesadez tan fea que tenía en los hombros, él en serio anhelaba darse cuenta de todo lo que parecía no tener importancia antes.

Ya era receso, todo estaba más calmado y cálido para entonces. Hyunjin comía con la compañía de Minjeong bajo un árbol de mandarinas, en el invernadero del colegio. Era un lugar muy tranquilo, y afortunadamente, tenía una temperatura más o menos cómoda que la que había en el exterior.

El pelirrojo se había distanciado de sus "amigos" por esa tarde, había decidido olvidarse de ellos y centrarse en mejorar un poco, aunque su plan inicial era hacerlo solo, la rubia estaba colándose en sus planes.

— Kim — la chica emitió un ah al pelirrojo en señal de que lo estaba escuchando — no tienes amigos, no? — preguntó mientras comía de su almuerzo y miraba una de las mandarinas en el árbol; Minjeong solo lo miró de mala gana.

Femboy  [ Hyunin ] (Hiatus Productivo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora