Lucas había sido mi amigo toda la vida, desde que tengo uso de razón él está en mi memoria. Quizás sea el motivo por el cual me duele el doble perderlo. Digo, si te enamoras y pierdes a alguien es terrible, y si pierdes a un amigo, también lo es, y si pierdes a tu mejor amigo, debe ser aún peor... Bueno, puedes comenzar sabiendo que he perdido a todo, mi amor, y mi amigo en una sola persona, Lucas.
No sé como iniciar nuestra historia, cuando Mark, mi psicólogo (porque sí, perder un amigo y un amor en la misma persona fue tan traumatizante que debo asistir a un psicólogo por recomendación de mis padres) me recomendó que me desahogue, y si me sentía cómodo, lo compartiera con él en algún momento. Me tomó alrededor de seis semanas poder escribir, y un mes más para poder leerle a Mark lo que tenía escrito. Él me dijo que era bueno escribiendo, y que debería intentar publicar algo algún día. Obviamente, le dije que era absurdo, pero acá estoy, escribiendo con la intención de publicar, y no solo eso, escribiendo sobre él, sobre Lucas.
Digamos que su apellido es Holland. No es Holland, pero ya he hecho demasiado al decir su nombre verdadero y no quiero que me lluevan denuncias de su familia. Digamos que era el chico más feo que has visto, casi una pesadilla, pero entre tú y yo, lector y yo, les voy a confesar la verdad: Lucas ''Holland'' es el hombre más hermoso que he visto en la vida. Tenía unos ojos que brillaban cuando sonreía, y su risa era capaz de curar cualquier enfermedad depresiva, tenía una voz angelical, amaba escucharlo cantar, tenía unos labios finos pero rellenitos, como amaba besarlo. Es que Lucas era perfecto, pero claro. En esta historia no puedo decir eso. Así que volvamos a que Lucas era el hombre más feo que has visto.
No recuerdo la primera vez que lo vi, así que no puedo decir cual fue mi primera impresión, pero tengo un vago recuerdo de cuando teníamos un año (¿Es eso posible?) Les juro que lo recuerdo. No sé si es mi subconsciente que ha recreado la escena en mi mente loca pero les juro que lo recuerdo. Lucas era un bebé gordito, tenía unas mejillas que querías apretar todo el rato, nuestras madres decían que siempre lo estaba apretando. Bueno, volviendo al recuerdo vago que tuve, Lucas estaba echado en el piso con sus pañales y una camisilla blanca que comenzaba a quedarle apretada de tanto que comía, tenía babas en el rostro y estaba chupando uno de mis juguetes. Y yo siempre me encabronaba cuando lo hacía, pero ese día sonreí. Yo creo que me enamoré de él ese día. ¿Loco, no?
Mi memoria es extraña, recata detalles absurdos pero elimina los importantes. Por ejemplo, no tengo ni puta idea como fue que un día Lucas y yo nos besamos por primera vez, sé que debíamos tener alrededor de doce años. Si recuerdo que era un viernes, era viernes porque Lucas siempre iba a dormir a mi casa los viernes y regresaba a la suya el domingo, y sé que eran las tres y cuarenta dos minutos porque vi el reloj luego de besarnos. No recuerdo que dijo antes, ni que dijo después, aunque todavía recuerdo el sabor de la salsa pesto que mi mamá había hecho de cena, el cochino no se había cepillado antes de meterse a la cama, sin embargo lo disfruté. Siento que recuerdo lo más importante. Que Lucas es simplemente lo mejor que me pudo haber pasado.
Nos besamos siempre desde entonces, solo los viernes y los sábados. Esperaba con ansias a la madrugada, donde mis padres dormían entonces Lucas me tomaba, o yo lo tomaba a él y nos besamos. Era todo. Nada más. A veces eran picos, otras veces besos largos, otros cortos, otros profundos, otros apasionados. Aprendí todo tipos de besos con él y él conmigo. Como me gustaba besarlo.
También recuerdo cuando se nos alborotaron las hormonas por primera vez. Bueno, se me alborotaron a mí. Porque no sé porque, y no quiero que si quiera te atrevas a preguntarme porque, porque lo digo de nuevo: no lo sé. Y no quiero saberlo, pero apreté el pene de Lucas. Y él no se espantó. Me sonrió y apretó el mío. Luego de eso nos dormimos. Es que lo pienso y rio. Ni siquiera sabía que era la masturbación en ese entonces, pero había tocado el pene de mi amigo y lo quería seguir haciendo. Preferí dormirme. Me gustó que tocara el mío, quería que lo tocara otra vez, pero preferí dormirme.
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Digamos que sí | BL
Short StoryMatías ''Ulloa'' ha perdido todo en la vida. Todo. Y como pronto va a perderse a sí mismo, ha decidido escribir sobre todo lo que ha perdido con la esperanza de que nadie lo olvide. ꕤ Historia adaptada de uno de mis fanfics que puedes encontrar e...