Anima mea tua est.

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Esta historia contiene temas de religión (cristianismo) y abuso, si no te sientes cómodo al leer este tipo de contenido, Por favor no lea esta historia.

Frente a aquel portón,
digno eres de tu hermoso color,
no como en aquella situación, cuando manchada estabas de ese horrible color.

Una campana se escuchó y la puerta se abrió
-Maricel! Que te trae por aquí? -pregunto Don Joaquín,limpiando su nueva adquisición "un toca discos" muy hermoso para su época sin duda alguna
-Don Joaquín,qué gusto verlo, veo que está muy entretenido
-que pasa? Esto? *río* es lindo cierto? Fui a la ciudad hace unos días, que por cierto, es un desastre, pero vi está hermosura y no pude resistirme a comprarlo
-vaya que es lindo, pero bueno, veo que está ocupado,no tendrá algo de pan para mí?
-

claro que si Maricel -joaquin sonrió,dejo de hacer sus actividades y le entrego una bolsa con pan
-gracias, aquí le dejo el pago de la renta también, me retiro
-grancias Maricel, que tengas lindo día
-igualente -respondio la chica finalmente saliendo de la tienda

¿Que te sucede?
Cambiando sin opción.
Solo porque alguien mas te moldeo.
A su gustó y solo por distracción.

En un pueblo muy bonito y algo alejado de la ciudad, con diferentes lugares muy turísticos y visitados, en el centro del pueblo una catedral frente a una plaza muy bien hecha, todo lo demás, rodeado por casas o pequeñas granjas
Si nos adentramos a la catedral, dentro de esta se puede ver a un varón, no más de 30 años seguro

-gloria a todo el pueblo y líbranos de la salvación -susurro- Amén.

-en silencio el Padre se retiró, poco a poco salió al patio de la catedral, uno muy bonito, pues de alguna forma tenía un lago muy lindo con aguas semi cristalinas
-que hermoso cielo-penso el padre, sacando un cigarrillo sin mucha importancia.
Paso el tiempo, y el padre segura allí. Disfrutando de las hermosas vistas que le proporcionaba el lugar

-Padre Pablo! -tartamudeo el chico- Dijo que dejaría de fumar!
-se molesto, se lo había prometido.
-mi niño, qué te trae por aquí?-le resto importancia a las palabras del menor-
-el chico solo suspiro intentando liberar sus nervios-Es hora de cenar, además mañana será el banquete...y las monjas aún no saben que cocinar
-Esta bien, entiendo. Enseguida voy... -le dio una última calada a su cigarrillo y lo tiro-
-pequeño-lo miro- cocinaremos cordero, con alguna ensalada o sopa fría, tu elije...
-claro, señor.
-Y, la bebida, sera un ponche, mientras que para los menores un jugo de naranja estará bien.
-Antes de que te vayas, avisa al pueblo sobre el banquete
-claro...enseguida les diré a las monjas-el padre sonrió
-ademas, manda las invitaciones al pueblo, el banquete será mañana a media noche.
-si...-temeroso, se retiró del lugar.
-infantes- el padre bufo,
Vio como su pequeña "mascota" se alejaba a toda prisa, al lugar donde se encontraban las monjas.

No, no me mires.

No ahora

Y mucho menos asi.

Caminaba con mucha prisa para llegar con las monjas, afortunadamente la presión que sentía parecía haberse esfumado en cuanto se separó del sacerdote.
¿Por qué se sentía así cuando estaba con el?
El Sacerdote es la mejor persona del mundo.
Se sentía un asco, pero aún así trato de pensar en alguna otra cosa