La mañana siguiente llegó, te diste una ducha y cambiaste de ropa para después salir de la casa de Julie, aunque... Algo te dejada desconcertada y era la misma pregunta rodando por tu mente "¿Quien de los dos te gusta más?" Para ti era algo incierto, ya que no conocías bien a los nuevos vecinos y... ¿Dos? Se supone que son cuatro chicos, a no ser... *Gasp* dos son pareja. Hacías varios gestos mientras pensabas, parecías como si hablaras sola, algo que para los demás sería raro, aunque en esta ocasión no sería así.
Caminante por todo el sendero observando los hogares y la tan linda pradera que rodeaba el pequeño lugar, la naturaleza se veía hermosa y se nota que ellos quisieron conservarla, ya que habrían más casas (supongo) pero me deja con la duda ya que Sally mencionó que hacía mucho que no veía una cara nueva... Osea que... ¿Nadie viene por aquí? No entendías el por qué la gente se iría del lugar si era bastante cálido, tranquilo y fresco... Aunque, bueno... Tu solo te quedaras por unos meses y por un lado eso no te agradaba.Mientras seguías caminando, sin darte cuenta por un instante, chocas con alguien, era Barnaby, aquel perro gigante parecido al perro de las pistas de Blue, aquel programa de televisión infantil que veía tu herman@ mayor en sus "tiempos de oro"... Solo que este perro era más grande y peludo.
"¡Hey! Buen día vecina. Que agradable verla tan temprano" - Dijo el perro azulado levantando su mano para saludar, moviendola de un lado a otro y sonreír amablemente.
"Buen día Barnaby, disculpe por eso, no veía por donde pisaba" - Dices con un poco de pena al haber chocado con el perro azulado gigante.
"Oh, no debes preocuparte por eso, fue un accidente y los accidentes pasan" - Este coloco tu mano sobre tu cabeza y comenzó a agitarla haciendo que tu cabello quede en completo desastre, gesto que te hizo sacar algunas risas. Duró solo unos segundos cuando Barnaby alejo su mano sobre tu cabeza y comenzó a caminar alejándose de ti no sin antes despedirse. Tu giraste para despedirte de igual forma y volver con lo tuyo pero saltas del susto al ver como Wally de repente estaba frente tuyo, sentías como casi se salía tu corazón del susto.
"DIOS MIO... Oh, diablos... Wally, no vuelvas a hacer eso" - Decías con tu mano en el pecho mientras respiraba de forma agitada, Wally solo te observó un poco preocupado por el susto que le habías dado acercándose a ti colocando su mano en tu espalda.
"Oh, lo siento mucho querida, no quería asustarte... De verdad lo lamento mucho" - Dijo este tratando de tranquilizarte acariciando con suavidad tu espalda, tu no lo notaste ya que estabas más enfocada en el "paro cardíaco" que te había provocado Wally.
"Ufff.... Ah... No, no es nada.... Estoy bien.... Ah... Ah..." - Miraste a Wally notando una preocupación en sus ojos, estaba algo inquieto y ¿sudaba? De los nervios al verte tan asustada, oyendo sus disculpas una y otra vez.
En eso recordaste de nuevo aquella pregunta que indaga a en tu mente "Quién de los dos te gusta más?" De un momento a otro esa pregunta daba vueltas en tu mente y no dejabas de pensar con claridad, tu corazón latía rápidamente por el susto y después estaban tus pensamientos.
Tu mirada se dirigió hacia la de Wally haciendo contacto visual y dejando un silencio muy largo pero no incómodo, pero aunque lo vieras de cerca si lo encontrabas atractivo, bien parecido... Quizá como un ángel caído, era bastante lindo pero no te atraía, no por ahora. Apenas lo conocías y no creías mucho sobre el "amor a primera vista".
"Si, eres bastante lindo" - Dijsite en voz alta sin darte cuenta hasta tarde, Wally se sorprendió por tus palabras y tu giraste el rostro el cual estaba rojo de la vergüenza. No tenias intención de decirse lo pero simplemente salió de tu boca sin más; te morías de la pena y solo cubrirte tu rostro con tus manos.
"¡Ay dios! Lo dije sin pensar, discúlpame" - Wally solo comenzó a reír y colocó sus manos sobre las tuyas para que dejases ver tu rostro. Estabas muy apenada pero aún así volviste a mirarlo y el te dedico una sonrisa dulce.
"Tranquila, no pasa nada. Esta bien, tu también eres muy linda" - Una pequeña sonrisa se formó en tus labios al oír eso, aunque se sintió de una forma diferente a cuando Sally lo dijo, pero no le tomaste mucha importancia y dejaste de lado la vergüenza y la pena de aquel incidente. Pero si, era lindo. Bastante lindo.
El tiempo transcurría y tu caminabas junto a Wally sacando varios temas de conversación, estabas contenta de conocer a todos tus nuevos vecinos. De repente sentiste como tu estómago daba un rugido, dándote pena por el sonido que tu estómago provocaba. En eso Wally se inclinó un poco hacia adelante mirándote, tu solamente miraste hacia otra dirección tratando de no hacer contacto visual con él hasta que su pregunta te hizo saltar del susto.
"¿Tienes hambre t/n?" - Sentiste aun más vergüenza y cubres tu rostro con tus manos, para luego simplemente deslizará por tu cara arrugandola y dando un suspiro pesado.
"Ahf, si, lo que pasa es que aun no he desayunado..." - Estabas algo agotada y angustiada, a pesar de eso pareció que a Wally no le dio importancia y siguió caminando. Fue un poco doloroso. Pero hiciste preguntas y solo seguiste su paso.
Al paso de unos minutos, llegaron a casa de Poppy, algo que se te hizo extraño ya que Poppy estaría en casa de Julie. Wally tocó la puerta y para tu sorpresa, quien abrió la puerta fue Poppy, aunque ahora que lo piensas, habías pasado mucho tiempo fuera pero no habías notado que Poppy regreso a su casa, quizás estabas tan perdida e tus pensamientos que no notaste lo que ocurría a tu alrededor.
Observas como Wally saluda amablemente a Poppy y esta corresponde el saludo de la misma forma, tu también la saludos y ella igual."¿Te quedan galletas? T/n tiene hambre" - Diste un salto de sorpresa al oír las palabras de Wally, colocaste tu mano en su hombro y lo miraste con un poco de pena. Negaste con la cabeza pero Wally no te hizo caso.
"Oh, por supuesto que tengo, siempre hay hasta de sobra para todos los vecinos" - Dijo Poppy con una gran sonrisa.
"Adelante, entren. Con gusto les sirvo"Wally y tu entraron a la casa y observarte alrededor de esta, era bastante colorida y no solo la de Poppy, la casa de Julie también estaba muy bien decorada y tenia bastantes detalles, los colores de la casa tanto de Julie como de Poppy eran muy intensos y cálidos.
"Tomen, buen provecho" - Sirvió en un solo plato una torre de galletas, aunque no era muy saludable para ser el desayuno, aún así las comiste, su textura era suave y muy dulce, el chocolate le daba su toque, sabía muy bien.
(...)
En eso miraste de reojo a Wally, te habías percatado de que no había tocado ni una sola galleta, algo que te preocupó un poco ¿Estaba enfermo? ¿No le gustan las galletas? ¿No quiso comer? O quizás, ya había desayunado pero aún así la duda no te dejaba tranquila, así que sin pensarlo dos veces, le hiciste la pregunta.
"Wally, ¿Estás bien? No has comido ni una galleta" - Wally solo te miro haciendo que tu trages saliva, la mirada de aque Muppet (amo llamarlos así xd) era cálida y fija, pero no se por qué razón me traía paz, se veía siempre tan relajado... tan tranquilo... que hasta parecía que iba a dormirse.
"No, así estoy bien. Solo no tengo apetito" - Dijo aquella marioneta dejando de verte fijamente y cerrar los ojos para girar hacia otra dirección. Más que nada estaba controlandose para no comer y dejarte a ti un poco más, además que no querías que supieras su "secreto" al comer.
Tu no dijiste nada al respecto y solo seguiste comiendo pero... ¿Por qué siento esa maldita necesidad en verlo comer? Si es que no ha desayunado, me llena de inquietud en que no coma ni siquiera una galleta... Aunque tampoco querías obligarlo. Si, a lo mejor y no le gustan las galletas.
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.Tu me complementas.
Continuará...
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"Tu me complementas" Wally x Lectora
Romance"Lo lamento, vecina. Pero ya no puedo ocultarlo. El corazón me late con mucha fuerza, siento como si fuera a explotar, jamás creí que tu harías esto en mi. Oh, vecina. Siento el estómago extraño, no sabría como describirlo pero al sentir esto, creo...