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ADVERTENCIA
trauma religioso, abuso/trauma sexual, temas artísticos ♡ bsos
🫀───ホラーバキ
El arte barroco espanta, y esa es su función: crear un vínculo visceral con el espectador a partir de la estética de lo grandioso y lo grotesco.
Es la corriente artística que inicia en el siglo XVII como respuesta al sistema de la Iglesia Católica, en un intento de reunificar el dominio de la institución eclesiástica y recuperar sus fieles, fuente perpetua de su riqueza y poderío en el mundo.
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Conocer el arte puede resultar en muchas dinámicas, pero termina reduciéndose a dos de ellas: o dejas que la Academia se apodere de tí, o controlas las reglas a tu favor. Y para mí, durante mucho tiempo, la primera resultante fue la que me definió. Es difícil transitar por el mundo del arte porque siempre se desea destacar pero, al mismo tiempo, si uno se apega demasiado a las reglas, no puedes destacar de ninguna forma. Romper con el status quo es complejo porque temes al exilio social, muy en el fondo, o le tienes tan poco respeto al exilio social que resultas dañado. Ir a cualquiera de los dos extremos siempre termina siendo una catástrofe y, por muchos años, me negué a que los extremismos fueran malos. Creía en absolutos y en blancos versus negros, luz enceguecedora contra oscuridad profunda. Y pensaba que eso era lo que me hacía diferente, pero al final las diferencias siempre destacan, y yo no destacaba.
Luego conocí la gloria del caos.
No puedo terminar de explicar la irrupción mental que significó su arte en mi vida, porque removió hasta el centímetro más recóndito de mi existencia. Sentía que todo se me desmoronaba de repente, todo lo que había aprendido a lo largo de mi juventud, de los inicios de mi adultez, roto por ésta persona que no tenía temor a demostrar lo que sentía a través del arte. Era admirable, pero no podía evitar compararme. Mi mundo ensombrecido por las dudas escondidas de repente estaba siendo iluminado por sus ideas: me respondían cada una de esas preguntas que parecían estúpidas.
