(Flashback 1)
—Me gustaría gustarte.
— Lo haces Keila.
Negué, alejando mi cuerpo de poco en poco del suyo.
— No, no lo haces— aludí en un susurro casi imperceptible—. No me buscas, no me escribes, no me llamas, no me miras. Es imposible que te guste así. Al contrario yo...
El choque de sus labios detuvo mi conteo.
—Sabes, ser una persona orgullosa en este sentido, es detestable. Me gustas, siempre me has gustado. Pero decirlo es...
Lo detuve, y a expensas de que siguiera hablando continué.
— El orgullo no va a estar contigo cuando te haga falta compañía, ni cuando necesites un beso o una caricia. Sentirse o mostrarse débil ante la persona que te atrae nunca es malo.
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Short StoryPara aquel/aquella que se sienta identificad@ con estos pequeños cortos.