Spring Race (Chestappen)

Capítulo Único

Salió rápidamente del monoplaza, aún sentía su cuerpo caliente y no sabía si era por lo sofocante que había sido la spring o por el hecho de que no alcanzó a Leclerc debido al daño del carro.

Un bufido furioso salió de él al ver el enorme agujero de su ponton izquierdo, ahora entendía todo, la poca refrigeración del motor, su baja velocidad, la inestabilidad del coche y todo por el roce con el inglés.

No podía creerlo, dirigió su mirada a los carros que se acercaban a estacionarse buscando a la persona que había provocado todo este desastre, uno que le costaría demasiado en el puntaje del campeonato. Sabía que tenía las cámaras cercanas a él pero poco le importaba, esto no se quedaría así.

En cuanto Russell se acercó para ir al pesaje instalado en el circuito se interpuso en su camino ocasionando un brinco y cierto desconcierto por parte del chico de Mercedes.

¿Ya viste mi coche? Tengo un maldito agujero en él.  - su voz aún era tranquila o al menos para el así era pues no debía dejar salir su temperamento peculiar; uno que últimamente había guardado del mundo mediático.

"No tenía grip"  fue la respuesta inmediata de George y una risa cínica salió de los labios de Max, era la peor excusa que pudo escuchar por parte de él, esperaba de todo menos esa estupidez.

Nadie tenía grip por eso tienes que dejar espacio - le comentó sutilmente aun sintiendo el cosquilleo correr por sus palmas, quería arrancarle esa sonrisa de superioridad a golpes, si definitivamente eso era lo que quería hacer.

Respirar, no debía dejar de respirar profundamente.

Sabía que las miradas de todo el paddock estaban en ellos y que su calor corporal seguía en aumento con cada palabra que soltaba su contrincante para justificar su acción. Sabía que Russell no sentía ni una pizca de remordimiento por su actuar y lo vio alejarse de él diciéndole "Checa tu onboard" .

¡Espera lo mismo de mi parte la próxima vez!...Imbécil - ¿Contaría como una amenaza? Si, porque no mentía, si volvían a tener un encuentro parecido no se frenaría ni un poco, George quería pelea pues eso le daría.

Un respiro más.

Su cuerpo aún seguía rígido y listo para descargar la energía negativa con el primero que se cruzara en su camino, no obstante un baldazo de agua fría fue el resultado una vez que volteó y vio a Sergio cerca de él. El calor desapareció y fue sustituido por una calidez cerca de su pecho.

Buen trabajo - fue lo primero que dijo una vez que estrechó su mano con la de su compañero de equipo. ¿Acaso había visto su discusión? No se había percatado de su presencia durante ella, todo había sido tan rápido. Saludo de igual manera a Leclerc y siguió su rutina colocándose su gorra y mirando a Checo siendo entrevistado por su primer lugar en el sprint.

Debía admitir que tenía sentimientos encontrados, sabía desde que le informaron del nuevo formato que sería un caos el cambio, un maldito desastre. Pero su enfado disminuía al ver aquella sonrisa en el mexicano, tal vez, solo tal vez no todo había sido algo malo.

Esa maldita sonrisa de su novio.

La rutina continuaba, entrevistas sobre lo sucedido era lo que contestaba a cada periodista y una que otra sobre la pérdida de dos puntos del campeonato contra Pérez. Definitivamente era algo que lo ponía a la defensiva, el tener a Checo de contrincante en la lucha por el título le provocaba cierto nerviosismo, el sabía de lo que era capaz, el más que nada sabía el talento que poseía el mexicano dentro de un F1

Después de Brasil habían marcado una linea entre lo deportivo y lo personal, no mezclar las cosas entre ellos, hablar siempre con la verdad y nunca ocultar nada, no otra vez. Era una promesa que Max mantendría de ahora en adelante, perder nuevamente a Checo no estaba en su lista.

Una batalla justa entre ellos.

Ahora se encontraban en la entrevista post carrera, escuchaba a cada piloto dar su opinión referente del spring y la clasificación pero su cuerpo aún estaba ansioso, su pie no dejaba de moverse y veía de reojo a su novio que no perdía ningún detalle de su comportamiento.

"No lo vi pero a lo mejor Max puede adoptar al gato" ese comentario logró regresarlo a la realidad y rio genuinamente. Sabía que Checo estaba tratando de relajarlo con palabras que lo afectan de cierta manera, por ejemplo, su amor por los gatos. Siempre había sido así, su novio era el que le brindaba esa tranquilidad y enterraba al Max frívolo que desataba todo a su paso.

Su lugar seguro.

El día estaba a punto de terminar, las luces tenues habían aparecido una vez que la noche caía en el paddock. Se había quedado unos minutos más en el salón para estudiar un poco más la estrategia de mañana, su energía ya había sido nivelada y su concentración estaba cien por ciento en la carrera que daría lugar en unas cuantas horas.

El cansancio estaba haciendo efecto en el por lo que apago el monitor, guardo las hojas con las notas anexas en el cajón de GP y cerro la puerta tras de el.

Mañana será otro día.

Un jalón lo hizo trastabillar y caer en brazos de un cuerpo pequeño, sintió cómo fue empujado hacia la pared cercana a los neumáticos usados del día y aún en estado de shock sintió unos labios ser estampados en los suyos de manera agresiva y a la vez apasionada.

¿Checo? - No podía creer la acción de su compañero, había sido tan sorpresivo que no podía seguir el ritmo de los labios de su novio los cuales absorbían los suspiros del neerlandés.

¿Leoncito? o mejor dicho mi León en modo fiera - unos sutiles besos fueron dejados en su cuello - te veías tan sexy enfrentando a Russell

Así que viste todo - suspiro el campeón una vez que sintió las manos de su novio acariciando su pecho sobre la polera de Red Bull.

Estaba listo para intervenir si se armaban los golpes - una carcajada salió del neerlandés, el tan solo imaginar a Checo en una pelea siendo la buena persona que es le parecía inverosímil pero conocía el carácter de Sergio así que un buen golpe suyo hubiera noqueado al inglés a la primera.

Hubiéramos ganado también esa pelea amor - le dio un beso apasionado al mexicano que lo dejó suspirando una vez que se separaron, sus ojos se rencontraron y fue allí que descubrió Max que Checo siempre sería su excepción.

El siempre lo fue.

Desde el primer día en Milton Keynes que fueron presentados como compañeros de equipo supo que el no sería igual a los demás, su maldita excepción a todo y agradecía a la vida que así fuera porque siempre le brindaría la paz que su cuerpo necesitaba.

Vámonos al hotel - tomo la mano de su novio y salieron del hospitality hacia la fría noche de Azerbaiyán