[CITRUS OMEGAVERSE] - Abrázame, porque tengo miedo de desmoronarme

𝓔𝓷 𝓬𝓪𝓼𝓸 𝓭𝓮...

Mei arqueó una ceja con curiosidad mientras observaba a Yuzu hacer el trabajo diligentemente justo en frente de ella. Estaban en tutoría después de la escuela y, aunque Mei había optado por dejar a Yuzu pronto, la rubia mejoró su comportamiento. Ella realmente estaba haciendo su trabajo y tratando de comportarse lo mejor posible. Lo que tomó completamente a Mei con la guardia baja.

No sabía qué hacer con la rubia excepto continuar enseñándole, viendo como la rubia respondía con las respuestas correctas y mostraba un intelecto que Mei no sabía que estaba allí. La hizo sospechar por decir lo menos. ¿A qué juego estaba jugando Yuzu ahora? ¿Era algo más lo que molestaba a Mei? ¿Solo a corto plazo?

Miró mientras Yuzu practicaba problemas, los labios de la rubia se movían en silencio mientras hacía algunos cálculos mentales. El borrador de su lápiz estaba masticado por el esfuerzo de sus pensamientos y parecía tan concentrada que Mei estaba segura de que Yuzu no sentiría su mirada.

"¿Tengo algo en la cara?" preguntó sin levantar la vista y Mei se sobresaltó, no esperaba esto.

"No", dijo lentamente, recostándose en su asiento, deliberando sobre lo que debería decir. "Es extraño verte haciendo tu trabajo por primera vez", decidió decir la verdad.

"Soy inteligente, ¿sabes? Tal vez no tanto como tú, pero todavía tengo algo de conocimiento en mi cabeza", Yuzu se golpeó la cabeza con el lápiz, mirando hacia arriba ahora, sus ojos verdes tan concentrados en Mei que la hizo incómoda. Y ligeramente culpable. 

"Mira, sobre lo que dije ayer..."

"Está bien", Yuzu la detuvo antes de que pudiera continuar. "No es como si mintieras."

"No, no es así", los labios de Mei se tuercen. La criaron mejor y por eso se disculparía. "No debería haber dicho eso. Estaba molesta contigo y herí tus sentimientos por eso".

"En serio, está bien", instó Yuzu, ​​los ojos verdes aún tan concentrados en Mei. "Estaba bromeando y haciéndote perder el tiempo". Luego, en un movimiento audaz que sorprendió a Mei, Yuzu se inclinó hacia delante y puso su mano sobre la de Mei, que estaba apoyada sobre el escritorio frente a Yuzu.

Mei no esperaba este toque, el suave peso de la mano de Yuzu o lo repentino que fue. La congeló ya que estaba indecisa sobre qué hacer a continuación. ¿Debería retirar la mano? ¿Dejarlo reposar allí? Antes de que pudiera decidir, Yuzu notó la forma en que los ojos de Mei parpadearon ante el toque casual y lo apartó. "Me voy a poner seria de ahora en adelante. Espero que podamos llevarnos bien".

"¿Llevarnos bien?" sale de la boca atónita de Mei con más virulencia de lo que pretende. La mano de Yuzu había sido cálida y sorprendentemente suave para una atleta.

"Sí", Yuzu parpadea. "Amigas."

"¿Qué te da la idea de que podemos ser eso cuando has sido tan irritante conmigo durante tanto tiempo?" Mei frunce el ceño porque nunca ha tomado a Yuzu como del tipo que quiere ser su amiga. Mei es una académica, Yuzu es una atleta. Ambas son famosas por derecho propio pero en extremos opuestos del espectro. Yuzu tiene fangirls y fanboys rabiosos, y Mei tiene admiradores.

Yuzu se ve momentáneamente sin palabras ante esto. "Yo umm... así es como mis amigos y yo nos tratamos. Entonces, solo estaba siendo amigable contigo".

Mei frunce el ceño ante esto. "Si así es como tratas a tus amigos, entonces desearía no ser uno de ellos".

A Yuzu se le salen los ojos de las órbitas. Parece que esta conversación no va como debería. "No, no quiero decir, quiero decir, ¿no se hacen bromas tú y tus amigos?"

"No", es la respuesta sólida y corta.

Yuzu se desinfla un poco. "Supongo que eso podría explicar nuestra falta de comunicación".