¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ya había salido el sol cuando la joven estaba nuevamente en aquel hospital donde se ubicaba su hermano. Lo único que hacía la de hebras oscuras era mirar con cariño y atención al menor, mientras acariciaba suavemente el cabello del rubio.
── Lo lamento mucho ── murmuraba, sus pensamientos la carcomian "¿Que habría pasado si tan solo le hubiera dicho la verdad desde un principio? ¿Si nunca se hubiera ido? ¿Sería igual que ahora? ¿El hubiera perdido su núcleo? ¿Se encontraría igual de devastado que ahora?" ── mi pequeño niño, lamento si tuve que irme pero fue lo mejor aunque nunca se sintió bien.
En todo momento dirigió sus palabras con cariño y esperanza de que todo lo malo que vivió su pequeño niño fuera una broma de mal gusto, que esto sea otra de sus tontas premoniciones que cruzaba por su mente rápidamente, que todo lo malo del mundo se fuera para que el menor pudiera vivir sin sufrir. Tristemente, ella sabía que todo lo que ella deseaba no era más que eso, un tonto e imposible deseo, que por mucho que deseara que Jiwoo nunca sufriera, él tenía que vivirlo algún día, solo que no esperaba que de esa manera.
Sintió unos par de pasos cerca por lo que decidió mantenerse en total silencio y alejarse del menor con la intención de retirarse.
Ya fuera de la habitación se encontró con una joven de cabellos oscuros y ojos morados, acompañada de un adulto de cabellos negros al igual que sus ojos. Ambos pares de ojos no podían ocultar su sorpresa, ellos sabían de ella pero no pensaban encontrarla allí y mucho menos después de tantos años.
── Tiempo sin verte, Jiyoung ── le habla de manera tranquila y con una pequeña sonrisa la mayor, acompañado de un pequeño asentimiento de cabeza. Mientras que en la mente de los presentes solo pasaba el porque decidió volver. ── Inhyuk.
Los otros dos correspondieron con una ligera reverencia, mientras observaban a la más alta atentamente. Los cabellos largos de un negro intenso limpiamente liso decorados de un cintillo blanco dejando caer en su cara unos mechones destacando más sus ojos de un intenso color celeste con un ligero y natural maquillaje, su parte superior luce una polera de color negro de mangas largas y cuello en cuadrado pronunciando un ligero escote, ya más abajo vestía de unos pantalones blancos ajustados en su cintura y bastante ancho en la parte inferior acompañado de unos tacones de punta blancos, para rematar todo ese conjunto iba acompañado de una cartera negra de mano.
