Después de algunas semanas de citas informales entre clases y en sus paseos a la salida del instituto, Mark y María decidieron quedar con sus compañeros para ir a estudiar a la biblioteca.
Durante la tarde, se sentaron juntos en una mesa y comenzaron a estudiar juntos. A medida que pasaba el tiempo, Mark no podía evitar sentir la necesidad de acercarse a María, pero se contuvo para no distraerla de su trabajo. Sin embargo, María también parecía estar luchando contra una fuerza irresistible, y finalmente se giró hacia Mark. "¿Qué piensas del tema de historia que estamos estudiando?", preguntó ella con una sonrisa.
Mark se sorprendió por la pregunta, pero rápidamente reunió sus pensamientos y respondió:
-"Bueno, creo que es muy interesante, pero también un poco complicado de entender completamente".
María asintió y sonrió.
-"Estoy de acuerdo contigo, es un tema bastante complicado, pero creo que si nos esforzamos lo suficiente, podremos entenderlo mejor", dijo ella.
Mark se sintió aliviado de que María también estaba interesada en el tema y se mostró sonriente.
-"Sí, tienes razón. Además, siempre podemos ayudarte si algo nos confunde", respondió él.
Después de un rato, decidir tomar un descanso de los libros y salir a caminar. Salieron de la biblioteca y se sentaron en unas escaleras cercanas para hablar. Hablaron de todo, desde sus asignaturas favoritas hasta sus pasatiempos e intereses.
La conversación fluía sin esfuerzo entre ellos y parecía que compartían muchas cosas en común. Mark se sintió cada vez más atraído por María, pero no estaba seguro de si ella sintió lo mismo.
Finalmente, llegó la hora de volver a casa.
-"¿Me acompañas a la parada del bus?", le preguntó Mark en un tono tímido.
María sonrió y sacó la invitación, caminaron juntos hacia la parada del autobús y mientras esperaban, Mark se armó de valor y decidió confesarle sus sentimientos a María. "Sabes, María, desde el día en que te vi en el instituto, sentí una conexión especial contigo. Me encanta estar contigo, hablar contigo y aprender cosas nuevas juntos. Y aunque puede parecer algo extraño porque tengo novia, creo que eres la persona con la que quiero acabar mis días".
María se quedó en silencio durante unos segundos, procesando las palabras de Mark. Aunque se encontró al escuchar que tenía novia, su corazón se aceleró al escuchar sus sentimientos hacia ella.
"Mark, me alegra mucho escuchar eso. También me gusta estar contigo y siento que tenemos una conexión especial. Pero no puedo ignorar el hecho de que tienes una relación." Creo que lo mejor es que dejemos las cosas como están y sigamos siendo amigos", respondió María con una sonrisa triste.
Mark asintió, sintiendo una gran decepción en su interior. Sabía que había arruinado cualquier oportunidad de estar con María, pero al menos se sintió aliviado de haberle dicho cómo se sintió.
Durante el camino a la parada siguieron hablando de muchos temas pero sin ignorar que ambos se amaban profundamente. Mark, con su simpatía natural, no paraba de vacilar a María y entre frase y frase le decía "¿y si te beso?", a lo que María le decía que el que tenía pareja era él pero a Mark no le importaba arriesgar porque sentía que era lo correcto.
Al llegar a la parada siguieron en el juego del si y no que mantuvieron durante el viaje desde la biblioteca hasta la parada y, a cinco minutos de la llegada del bus pasó.
Mark abrazó a María y sus labios quedaron a pocos centímetros, Mark repetía su frase "¿y si te beso?" susurando, mientras que María respondía "yo no tengo nada que perder"
En ese momento, Mark no pudo resistir más y abordó sus labios a los de María, añadiendo un suave beso. María correspondió al beso, pero luego se apartó lentamente.
"Mark, esto no está bien. Tienes una novia y no podemos seguir así", dijo María con un tono triste en su voz.
"Dime que sí y lo dejo todo por tí", respondió Mark con tristeza en su voz.
"Mark, no puedes dejar a tu novia por mí. No está bien para ella ni para ti. Tienes que ser honesto contigo mismo y decidir lo que realmente quieres", respondió María, tratando de ser sincera con él. Mark asintió, sabiendo que María tenía razón. "Lo sé, María. Pero no puedo evitar sentir lo que siento por ti. Me haces sentir vivo y feliz de una manera que nadie mas lo hace. Pero entiendo que no es justo para nadie involucrado. I'm so sorry".
María sonrió con tristeza y le dio un abrazo reconfortante a Mark. "No tienes que disculparte, Mark. Entiendo que los sentimientos son complicados y..."
María no pudo aguantar más sus impulsos y continuó besando a Mark.
Mark correspondió al beso por un momento, pero luego se separó y le dijo "esto no está bien".
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La fuerza de la atracción
RomanceLa historia de Mark y María, dos estudiantes de que se conocen en los pasillos del instituto. A medida que se conocen, se dan cuenta de que tienen mucho en común y comienzan a salir en citas informales después de las clases. Después de algunas seman...