°Capitulo 01°

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Su vista recorrió todo el pueblo, era muy bonito a su parecer.
Camino por la plaza; la gente la veía un tanto confundida ya que la ropa de su tribu era muy diferente a la de ellos, más aparte tenía unas cuantas manchas de sangre.

Mientras examinaba los alrededores no se percato que una cabellera verde estaba a punto de chocar con su cuerpo.

—¡Auch!—comenzó a sobar su cabecita.

–Y-yo ¡L-...lo siento! ¡Discúlpame!–sus nervios se salieron de control.

Aquel joven se percató de su estado.

–No te preocupes, fue mi culpa por venir a esa velocidad ¿Cómo te llamas? No eres de aquí ¿Verdad? ¿Porqué tienes ese tipo de ropa?–la empezó a rodear mientras la examinaba.
Murmuraba cosas que no entendía.

Eso la alteró a un más.

–¡Alejate!–lo empujó levemente.

-Oye, tranquila solo quiero ayudar.

Una voz bastante alterada se empezó a escuchar por el lugar.

–¡Izuku!–

–¡Aquí estoy Mina!–sacudió su mano de un lado a otro.

–I-...Izu que bueno que te encuentro ¡No vuelvas a correr así!–lo regaño.

–¡Lo siento! Pero sabes que no me gusta cuando Kacchan me amenaza con su don...

Jugaba con los dedos de sus manos un tanto nervioso.

–Lo sé Izu, pero no corras así. Afortunadamente se encerró en su habitación.

El peliverde solo suspiro aliviado.

–¿Quién es ella?–señalo a su acompañante.

–Bueno-...realmente no lo sé, solo me la encontré aquí, pero no sé su nombre...–empezó a murmurar de nuevo.

–¡IZU!

El mencionado al volver en si, volteo hacia donde su amiga le había señalado. Un cuerpo se había desplomado en el suelo.

–¡Oh, Rayos! –después de verificar el pulso de la joven, volvió a hablar. —Se desmayo.

Varios pasos apresurados se hicieron presentes al igual que los murmullos de la gente, puesto que la persona que pasaba por ahí era de suma importancia en el reino.

–¡Tía Mitsuki! Que bueno que estás aquí, lamento todo los problemas que cause pero por favor ayúdanos...

–No causaste nada Izuku pero-...

La rubia vio el suelo y al ver a la joven en las condiciones en las que se encontraba no dudo ni un segundo en tomarla entre sus brazos y cubrirla con su capa.
Todos los aldeanos se hicieron a un lado al ver a su monarca. Pero mientras iban hacia el castillo la respiración de la joven se empezó a entrecortar, el de cabellera verde dijo que no era nada bueno, se detuvieron y tocó la frente de la joven.

Tenía fiebre.

Apresuraron su paso. Mina y la reina no paraban de hacerle preguntas al joven, el solo repitió lo mismo:
"Solo la encontré en la plaza".

Eso basto para que las dos mujeres pararan su interrogatorio.
Al llegar al palacio las puertas se abrieron de par en par dejando entrar a la reina y a los otros dos jóvenes. Ella ordenó que prepararan un cuarto de inmediato, el peliverde la guió hasta el cuarto de curación, Izuku preparo varias cosas la reina se desinfectaba las manos, después de reunir las cosas el peliverde hizo lo mismo que la reina. Al estar preparados empezaron puesto que la niña tenía unas cuantas heridas estás afortunadamente no eran graves, pero vieron algo que los dejo sin palabras, voltearon el cuerpo de la joven y tenía rastros de azotes de hace tiempo. El corazón de la reina se rompió al ver tal atrocidad, ¿Quién le haría tanto daño a una simple niña?, porque para ella eso era una simple niña. Después de terminar las curaciones la reina la volvió a cargar y la llevo a una habitacion que había sido acondicionada especialmente para la joven.
Cuando los dos salieron de la habitación se toparon con cierto príncipe.

–¿Qué hacían allí dentro?– dijo ignorando la presencia del pecoso.

–¿Qué te importa mocoso? Por cierto, debemos hablar seriamente sobre tu conducta, no puede ser posible que sigas molestando a Midoriya, robes alimentos de la despensa e intentes jalar los cuernos de Kirishima, eres un mocoso de 14 años comportate como tal.

–¡Agh! Sabes que no me gusta que me digan lo que debo hacer...

–Pues entonces comportate como debe de ser, serás un rey dentro de unos años. Debes de madurar.

Mientras madre e hijo seguian discutiendo, Izuku decidió entrar a la habitación donde se encontraba la joven, la admiró por un momento hasta que vio como el cuerpo de la joven se movía ligeramente.

–¡¿Donde estoy?! ¡¿Quién eres?! ¿Me vas a hacer algo verdad? ¡Aléjate!–. La joven se levantó algo exaltada, estaba en un lugar completamente desconocido. Sabia perfectamente que no debía de confiar en personas ajenas a su tribu.

–Tranquila, no voy a hacerte nada, me llamo Izuku Midoriya ¡Mucho gusto!

Al ver que el joven no tenía malas intenciones decidió volver hablar pero más tranquila sin bajar la guardia.

–Es un gus-..gusto Izuku, me llamó...–justo cuando iba a decir su nombre dos cabelleras rubias entraron a la habitación, uno de ellos se asustó al escuchar los gritos y el otro simplemente por curiosidad había entrado a la habitación.

–Una nueva protegida, eh. Que guardadito te lo tenías bruja... ¡Auchs!–se quejo al recibir un golpe por parte de su madre.

–Maldito malcriado... ¿Cómo te sientes cariño?–dijo dirigiéndose a la pequeña.

–Bien supongo. La verdad me duele todo el cuerpo.

–Bueno no vimos heridas profundas, pero si tienes unas leves y...–

–¡Viste mi cuerpo! –. Volteo a ver al de cabellera verde y luego le proporciono un buen golpe.

–La chica me agrada–habló en tono burlón el rubio menor.

–Querida el no vio nada, solo revisamos la parte superficial no hicimos nada a fondo.

–Lo siento, Izuku–dijo algo apenada.

–No te preocupes–dijo mientras se sobaba su cabeza.

–Bueno ¿Quién eres? Y ¿Qué haces en mi reino?–. Su madre le volvió a golpear.

–Este reino no será tuyo hasta que seas coronado o mueran tus queridos padres, Katsuki–. Se dirigió a la joven de nuevo, suavizando su voz en el proceso de hablar con ella. —¿Cómo te llamas?

–Mi nombre es T/n Jin Nakajima.

–Bueno, T/n ¿Qué hacias en el pueblo en esas condiciones?

Desvió la mirada y lagrimas resbalaban sobre sus mejillas.

–¿Quieres que Izuku y mi hijo salgan de la habitación?.

Asintió.

–Ya escucharon, salgan de la habitación para darle un poco más de espacio a T/n.

Los dos jóvenes salieron de la habitación, pero alguien quería quedarse a escuchar la "información" sobre la nueva protegida de su madre. Si iba a tener que convivir con ella debía saber sus orígenes, pero Izuku no lo dejo por qué sabia que su "informe" no era más que chisme del que le gustaba a su amigo.


Mitsuki al escuchar todo quedó atónita. ¿Cómo la gente llega a ser tan cruel incluso con las personas que conformaban su hogar?

Ese día la reina le hizo un juramento a la persona que tenia adelante de ella.

Todo lo que se le había informado solo quedaría entre ellas. Nadie más debía enterarse de aquel acontecimiento.

Ahora T/n Jin Nakajima estaba bajo la protección de la corona. Bajo la protección de la familia Bakugo.

Todo lo vivido se iba a quedar en el pasado.
Que mal que algunas personas jamás olvidan...







































–Tn Jin Nakajima te juro que te encontrare–

¿UN "FELICES PARA SIEMPRE"? TN Y KATSUKI/ AU MEDIEVALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora