Capítulo Único

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Este fanfic participa en el reto "Tropos románticos" del foro Alas Negras, Palabras Negras. Mi tropo es el de "Seducido por la voz". Elegí este porque, obviamente, nuestro querido Dream es la criatura/cosa/ente que dio origen a este tropo, 0 certezas y 0 dudas.

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Hob Gadling⟫

Es difícil desprenderse de la sensación de ser observado cuando, al dejar el mundo de los sueños, tu mente reproduce el hipnótico timbre que pretende retenerte en cama para no cumplir con tus deberes como maestro. El sueño, como parte esencial de su vida, sabe qué lugares de la mente presionar para hacer que te rindas de manera completa.

Hob ha vivido lo suficiente para escapar de ahí con algo de dignidad, esquivando la profundidad acogedora de la acentuación al final de su apellido. Si fuese el fin de semana, tal vez tomaría el riesgo de llamar a su amigo hasta su casa, para equilibrar la visita del mundo onírico con un paseo por el vecindario para conseguir algo de pan fresco.

Su inicio de la mañana es acompañado por la armoniosa música de mantras hindús, grabadas a principios de los ochenta en un templo de dudosa legitimidad en algún paraje de Irlanda. Las tonadas largas, con los coros graves, ayudan a despejar su mente mientras desayuna y luego toma el tren. Es más sencillo escuchar esas repeticiones que el recuerdo de Dream exponiendo el origen de un planeta al otro lado de la galaxia, mientras usaba sus manos para formar una criatura hecha de cielo estelar.

Las visitas nocturnas de su amigo se han convertido en su segunda naturaleza, probando toda la comida imaginada, conociendo todos los parajes elucubrados por la felicidad y el terror; cada uno de ellos ambientado por el relato del Eterno, que es y siente lo que se imagina y sueña.

―Robert, te ves muy bien esta mañana ―el elogio de Charlie es amable, el muchacho parece destinado a no poder emitir nunca un mal comentario.

―He dormido bien ―confiesa, caminando al lado del chico hacia su salón de clase―. Tuve un sueño divertido.

El muchacho se sonroja y Robert se disculpa. No es de su interés que los alumnos crean que está exhibiendo sus comportamientos inadecuados, ya fue despedido dos veces ―en su larga vida― por exponer ideas demasiado personales a sus subordinados. Sobre todo cuando fue un reverendo y en alguna ocasión recomendó a una mujer abandonar a su marido si no la satisfacía en la cama... el siglo XIX fue extraño.

―Nada de lo que piensas ―comienza―. Solo desperté con una voz amable llamándome.

―¿Ha estado leyendo a Shakespeare? ―Charlie se burla con confianza.

―Nada de eso, conozco esa voz desde antes de conocer a Shakespeare.

Abre la puerta de su salón y olvida aquello, enredado por las aclamaciones de Violette sobre el estrado, donde recita a Mary Collier con pasión, mientras Alice y Conrad hacen, lo que Robert supone es, una representación performativa.

No vuelve a pensar en Dream hasta la tarde, cuando, entre los recitales de su clase, un chico sube al estrado con su nueva poesía. Se trata de Alex, jovencito de buenas notas, estudiante de Historia, que siempre tiene la mirada perdida detrás de alguna calada de sus cigarros de marihuana. Hoy trae una hoja maltratada como única herramienta. Hob espera que haya hecho algo más o menos decente.

Vienes, vienes y vas.

Vienes, vienes y te tengo.

Vienes, cayendo entre cardos.

Vienes, cuando me estoy desangrando.

Las inflexiones mal acompasadas arruinan por completo la cadencia de las oraciones. Es bueno, escribiendo. Le pondrá un 80% de la nota, así no tendrá que escucharlo decir nada más.

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