Capitulo 2: El encuentro

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En una de sus expediciones cósmicas, el Lobo Cósmico se encontró con una extraña entidad. Era un fantasma del cosmos, una criatura sin forma definida, que parecía estar atrapada en un agujero negro.

El Lobo Cósmico se acercó a la entidad, cauteloso pero curioso, y se sorprendió al escucharla hablar. El fantasma del cosmos le explicó que había quedado atrapado en el agujero negro mientras viajaba por el universo y que había estado luchando por escapar durante eones.

El Lobo Cósmico sintió lástima por el fantasma y decidió ayudarlo. Sabía que no podía ignorar el sufrimiento de una criatura tan desafortunada. Así que, usando su habilidad para viajar a través del espacio y el tiempo, se preparó para entrar en el agujero negro.

Antes de aventurarse en el agujero negro, el Lobo Cósmico le advirtió al fantasma que debían mantenerse juntos y no separarse bajo ninguna circunstancia, ya que el agujero negro era peligroso y podía perderse en él para siempre.

El Lobo Cósmico cerró los ojos y se concentró en su habilidad para atravesar el espacio y el tiempo. Cuando los abrió de nuevo, se encontraba dentro del agujero negro. La sensación era extraña y desorientadora, todo parecía invertido y distorsionado, pero el Lobo Cósmico no se dejó intimidar.

Siguió adelante, abriendo un camino para el fantasma y guiándolo hacia la salida del agujero negro. Finalmente, después de mucho esfuerzo, lograron salir del otro lado.

El Lobo Cósmico y el Fantasma del Cosmos flotaron en el espacio, agotados pero aliviados. Habían logrado escapar del agujero negro juntos y se habían convertido en amigos en el proceso.

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