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―Nayeonnie.

―¿Qué pasa, cariño?. ―Los brazitos de su novia enredándose en su cintura y su cabecita pegada a su espalda la hicieron sonreír.

―¿Podemos hablar?. ―Nayeon por poco no escucha a la menor ante el tono bajo que estaba utilizando.

Terminó de lavar los últimos dos platos que le quedaban y secó sus manos en el delantal escogido por su novia con anterioridad. Se dió la vuelta, ahora siendo abrazada por Mina de frente, teniendo el rostro de la misma escondido en su cuello. Esos pequeños centímetros que le llevaba a la azabache la hacían sentirse más grande y como la novia protectora que debía cuidar de la pequeña.

Por que Mina era su pequeña.

―¿Qué sucede, Minari?.

La nipona se quedó unos minutos en silencio, aspirando la fragancia femenina que Nayeon tenía con naturalidad.

―¿Qué harías por dinero?.

No sabía a que venía la pregunta, pero tomó a Im por sorpresa.

―¿Por qué lo preguntas?.

―Curiosidad. ―Respondió con simpleza.

―Bueno... lo necesario, no más allá de lo moral ni menos de lo que esta a mi alcance. Simplemente haría lo justo y lo que se pueda.

Lo justo y lo que se pueda.

¿Lo que Mina haría sería justo?, por supuesto que no, ni tampoco era necesario hacerlo.

¿Entonces por qué lo hacía?, por dinero, por estabilidad y por su novia.

Sobretodo por su novia.

Ahora repitelo hasta que te lo creas.

Apretó más el cuerpo de la castaña contra si misma ante sus pensamientos.

―Minari, ¿estás bien?, ¿sucedió algo?. ―Le cuestionó, acariciando la espalda de la más baja suavemente.

―No es nada. ―Dijo en un susurro. ―Te amo mucho, ¿y lo sabés verdad?.

Nayeon sonrió enternecida, dejando relucir sus dos delanteros y bonitos dientes de conejo.

―Yo también te amo mucho, Minari.

Un suave beso en los labios dado por Nayeon acompañó las palabras, dando por cierto el amor que ambas profesaban.

Mientras tanto, Mina esperaba que su novia no descubriera el plan que traía entre manos.

Mientras tanto, Mina esperaba que su novia no descubriera el plan que traía entre manos

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―¿Qué le dijiste a Nay?.

Mina terminaba de pintar sutilmente sus labios, dándose unos cuantos retoques más, simples, pero bonitos.

Un suspiro se oyó y Sana supo de inmediato que significaba.

―¿No pudiste decirle, cierto?. ―Alzó una ceja en su dirección aunque su amiga no pudiera verla.

❣ ; desperate plan.(minahyo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora