Parte 2

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Fuiste como un rayo de sol que vino a iluminarme, a iluminar mi vida, a brillar donde allí no había más que sombras y oscuridad. Como una suave brisa o talvez un fuerte vendaval que disipó, ahuyentó todos esos nubarrones que abundaban en mi mente, en mi alma, a mi alrededor. Te he pedido tantas veces perdón por todo lo que te he hecho pasar, y no me cansaré nunca de hacerlo, porque me porté realmente mal contigo al principio de nuestra relación. Ni por asomo te merecías todo lo que aconteció. Pasaré mi vida entera intentando arreglar todo lo que te he hecho sufrir, y me dedicaré a amarte con todas las fuerzas de mi alma y de mi corazón. Admito que jamás había sentido algo así por alguien, es verdad que había amado antes de ti, y había creído haber encontrado al amor de mi vida, pero te aseguro que lo que siento por ti va más allá de todo lo que he experimentado a lo largo de mi vida. Es un amor mucho más profundo, mucho más maduro. Eres lo mejor que me ha pasado...

Reflexiones de una nueva etapaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora