ENTRENADOR SECRETO DE ICHIGO

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                      Casa Kurosaki; La habitación de Ichigo

Ichigo miró al extraño con asombro. No se parecía a nada que Ichigo hubiera encontrado en su vida. Su cabeza de cabello rubio salvaje contrastaba fuertemente con su piel oscura moca. Ojos tan verdes como esmeraldas miraron al chico en la ventana. Sin embargo, su atuendo fue lo que llamó la atención de Ichigo. Llevaba un Hakama blanco y botas negras. Su parte superior expuso su vientre y la parte inferior de sus senos mientras que la parte superior llegaba hasta su cara, oscureciendo la mitad inferior de la cara de la mujer.

Detrás de su máscara, Halibel sonrió ante la reacción de Ichigo. "¿Qué pasa, chico?" dijo, ladeando la cabeza juguetonamente. "¿El gato te comió la lengua?"

Sacudiendo la sorpresa, Ichigo se volvió hacia su armario y vio que Rukia todavía estaba dormida. Volviéndose hacia su visitante, comenzó a hablar. "¿Quién eres tú?"

"¿No me escuchaste?" respondió la mujer. "Mi nombre es Tier Halibel". Señaló el guante en el escritorio de Ichigo; era el guante que Rukia usó para sacar a Ichigo de su cuerpo humano. "Descarta tu caparazón humano, Ichigo. No deseo hablarte desde la mitad de un edificio".

Cauteloso con esta extraña mujer exóticamente vestida, Ichigo obedeció. Agarró el guante y salió de su cuerpo humano, ahora vestido con su ropa de Soul Reaper. Saliendo por su ventana, saltó por el aire y aterrizó en la azotea, frente a la mujer. Sin embargo, a medida que se acercaba, comenzó a sentirse incómodo con ella. No podía identificarlo, pero... esta mujer... le recordaba mucho a un Hollow. "¿Quién eres?", preguntó de nuevo.

Halibel puso los ojos en blanco. "¿Eres sordo, Ichigo? Ya te dije mi nombre." Se cruzó de brazos y sacudió la cabeza.

"No, escuché tu nombre, Tier-"

"Llámame Halibel". Le ofreció la mano que Ichigo estrechó.

"Halibel entonces. Es sólo que..." sus ojos se volvieron hacia la espada atada a su espalda y se sintió más confundido que nunca. Podía decir que el arma era un zanpakuto, pero claramente no era un Soul Reaper con el que estaba lidiando si Rukia era una medida a seguir. "¿Qué vas a?"

"Ya veo", Halibel inclinó la cabeza hacia atrás y examinó al niño. Según la mayoría de los estándares, no era mucho; su presión espiritual era débil y endeble. De hecho, Halibel tuvo que reducir su propia presión o podría correr el riesgo de lastimar al niño. ' Todo a su debido tiempo...' "Supongo que eso es de esperar. Solo has sido un Soul Reaper por... ¿cuánto, veinticuatro horas?" Ella puso una mano en su pecho. "No te equivoques, Ichigo, no soy un Soul Reaper. Puedo parecer humano, pero soy un Hollow".

"¡¿Hueco?!" Ichigo jadeó, pensando que acababa de caer en una trampa. Sacó su gran zanpakuto y apuntó a Halibel. "¿Estás aquí para vengar a esos dos Hollows?" exigió saber.

Halibel dio un paso adelante, obligando a Ichigo a retroceder. Ichigo trató de ser valiente, pero la mirada intimidatoria de Halibel lo puso nervioso. Siguió avanzando hasta que Ichigo llegó al borde del techo. Levantando un dedo, Halibel tocó la punta del voluminoso zanpakuto de Ichigo y lo empujó hacia un lado. "¿Sabes siquiera cómo usar una espada, Ichigo?" preguntó con curiosidad.

"¡Por supuesto que sí!" Ichigo respondió. "¡Responder a mi pregunta!"

"Muy bien…" Halibel negó con la cabeza. "No me importan los Hollows sin sentido que hayas matado, Ichigo. Estoy aquí para ti".

"¿A mí?"

"Sí. Tú…" Halibel hizo una pausa por un momento para elegir sus palabras, no queriendo darle al chico una impresión equivocada. No quería parecer una puta que simplemente quería compartir su cama. Ella daría un paso a la vez. "Me intrigas. Un segador de almas sustituto". Ella lo miró de arriba abajo antes de sonreír detrás de su máscara. Debo decir que te verías mejor de blanco.