pequeños escenario con Perth y Chimon <3 algunos estarán lindos, y otros un poco fuertes, esto solo es ficción :c y si no les gusta el shipp , por favor no lean :/.
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[En el capítulo "me gustas, gusta" hace mención a Perth enfermo, así que este capítulo está basado en eso]
Carrapo observando la temperatura tu de su termómetro 40° , su cuerpo tenía una temperatura elevada mientras se limitaba a ver. No tenía a quién llamar para que le ayudará o siquiera le dijera que hacer en situaciones como está. Hace días que se sentía mareado, y con muchas ganas de nada más que dormir, descansar, estar tranquilo, su celular sonó mientras miraba el nombre de la persona que llamaba, emocionado se levantó de golpe, eso le ocasiono un mareo que lo dejo un poco inestable.
Estaba feliz pero a la vez enfermo, hace meses que ha estado pasando tiempo con el mayor y se había dado cuenta que este era demasiado hermoso y por supuesto le gusta. Respondió sin dejar esperar a la otra persona.
—Perth, hoy no creo poder-
—Cof, cof, cof—tosió mientras se dirigía al servicio sanitario—, espera—dijo mientras dejaba el teléfono a un lado y sin saber cómo, se encontraba vomitando. Se sentía débil y sin ánimos, lo único que estaba deseando en ese instante era dormir, o estar recibiendo mimos de una persona en especial.
Tomo la compostura mientras enderezaba su cuerpo, sin dudas, estaba más enfermo que nunca, tomo el teléfono y continuo hablando;—¿qué me decías?
—Voy para tú casa. —Respondió dejándolo anonado con tal confesión, ¡su casa está sucia! Ni siquiera tenía la fuerza suficiente para querer siquiera levantar su ropa sucia.
En cuestión de minutos el timbre sonó, haciendo que se moviera de manera apresurada, sus piernas estaban temblando, al abrir la puerta sus ojos se encontraron con los de Chimon quien lo miro de manera sería.
Sonrió , pero sus pies se debilitaron casi cayendo , dejo que el otro entrara mientras se apoyaba en la puerta.
—Ven aquí. —Hablo mientras tocaba si frente—, estás caliente.
—Yo siempre soy ardiente, Chim-
Sintió un golpe suave en su cabeza mientras miraba a un Chimon con el seño fruncido.
—Deja de babosadas. Tienes un desorden increíble.
Perth asintió, llevo su cuerpo a un sillón y se sentó. Chimon lo obligó a tomar una pastilla, pero no la aceptó, diciendo que se dormiría, que seguramente eso le ayudaría.
[...]
Despertó observando todo limpio, claro, se había percatado de que su camisa no estaba, y sin dudas se había espantando al ver a Chimon pasando una toalla por su cuerpo, dándole un baño de esponja.
—No digas nada, solo te cuidare está noche, luego me iré.—
Asintió mientras sentía lo helado tocar su cuerpo, seguramente su temperatura había disminuido gracias a Chimon.
Para su sorpresa, Chimon lo había visitado al día siguiente, y al siguiente, y también al siguiente, sonrió en sus adentros, hasta que vio que este le quería dar medicamentos.
Lo correteo por toda la casa con tal que tomara una pastilla, o un jarabe, pero no, simplemente no quería.
—Eso no funciona, mi sistema es mucho más fuerte que ese medicamento.
—Te creyera si no estuvieras enfermo, ahora tiene que tomarlo.
Perth sonrió, acostándose en el sillón.
—Dámelo—pidio mientras Chimon se acercaba, pero la sonrisa le daba una mala espina—, con tus labios si te atreves.
Chimon le miro molesto.
—¡Maldito mocoso!—A regañadientes lo miro colocando la pastilla entre sus labios, y se acercó a los labios de Perth, apenas se rozaron y Perth estaba sorprendido, abrió sus labios listo para tomar el medicamento, al igual que el agua le fue entregada de la misma manera, sin embargo, Chimon volcó lo que quedaba en la cara de Perth.
—¡Chimon!—Se quejo.
—Te lo mereces.
Aún así Chimon no dejo ir a verlo, y pasar tiempo juntos hasta que esté se sintiera mejor y no hubiera ningún síntoma más.