¿𝕼𝖚é 𝖍𝖆𝖘 𝖛𝖎𝖘𝖙𝖔 𝖊𝖓 𝖒𝖎? [CAROLA]

CAPÍTULO VI

Daira había descubierto que Carola y Cristinini eran streamers, ellos habían sido los encargados de mostrarle a la joven sus respectivos canales.

Ahora entendía el por qué Carola no salía mucho de su casa, ser perseguido por personas no debe ser nada agradable.

Había quedado con Cristina e Isabel, habían hecho buenas migas.

– ¿Tú no tienes tanto cuidadok como Carola, no? – preguntó Diara al darse cuenta que ella salía mucho más y parecía no importarle.

– A ver, si pero no – contestó – Carola realmente es muy tímido, si le vienen a pedir una foto, por ejemplo, cuando está comiendo, él no va a decir nada, aunque es una falta de educación.

– Y tú si lo dices – completó Isa mientras se tocaba su barriga, que apenas se notaba.

– Si – se fijo en como Isabel se tocaba la tripa – ¿te duele?

– ¿Cómo? – preguntó confundida – ¡Ah! No, estoy embarazada.

– ¿Que dices? ¡Enhorabuena! – exclamó Cristina con alegría, para después abrazarla.

Isabel vió como Evelyn entraba en la cafetería, no tenía la mejor cara, algo raro viniendo de ella.

– ¿Has vuelto a hablar con ella? – le preguntó Isabel a Daira.

– Que va, no me dirigue la palabra – negó.

– ¿Qué pasa con esa chica? – quiso saber Cristina – ¿No es la que vino a hablar con Carola aquel día?

– Si, es ella – respondió Daira – éramos mejores amigas, pero dejó de hablarme – levantó los hombros – igualmente ha cambiado tanto que no la reconozco.

– ¿Por qué?

– Nos conocemos desde enanas, nuestras madres eran íntimas, al igual que nosotras – comenzó a explicar – cuando llegamos al instituto comenzó a cambiar para obtener aprobación masculina, incluso dejamos de hablar durante un tiempo, era la típica chica que intentaba dejarte en ridículo delante de los demás para hacerse la graciosa – miró ahora a la que fue su mejor amiga – volvimos a hablar cuando falleció su tío, parecía que había cambiado, pero sigue siendo la chica que busca ridiculizarte para sentirse superior.

– ¿Nunca lo has hablado con ella? – aportó Cris.

– Si, claro que si – contestó – pero siempre eran alucinaciones mías – levantó los hombros – era imposible aclarar algo con ella.

– Quizá es mejor que os separeis, al menos por ahora – opinó Isa.

– Cambiando de tema, ¿no os gustaría grabar un stream conmigo?

– Esos temas a Daira – bromeó Isa, esa respuesta significaba que no le gustaban para nada las cámaras.

– ¿Y a ti te gustaría?

– Me daría mucha vergüenza, creo que no serviría para ello – contestó Daira – además, es estar demasiado expuesta.

– Bueno... pero una fiesta no la rechazareis, ¿no?

– ¿Una fiesta? – preguntó la embarazada.

– Si, mañana algunos de nosotros nos iremos de fiesta, os invito.

– Yo creo que prefiero reposo – dijo Isabel acariciando su barriga.

– Tú no me puedes fallar Daira, no te vas a sentir incómoda, son todos súper buenas personas.

– Es meterme en un terreno que no es el mío.

– ¿Que terreno? Mañana saldremos para pasárnoslo en grande, no es una fiesta entre streamer, es una fiesta entre amigos, tú eres mi amiga así que te invito.

– ¿Me dejas pensármelo?

– No, mañana nos lo vamos a pasar en grande – sonrió Cristina con determinación – es hora de que lo pases bien, te pasa los días aquí.

– Bueno... – hizo una pausa – acepto, pero si me encuentro incómoda me dejaras ir a casa.

– Hecho.

Ambas se dieron un apretón de manos, Cristina satisfecha por hacer que Daira saliese algo de su ambiente rutinario.

Pasaron un par de horas, Daira había decidido coger su coche e ir a dar un paseo por la playa.

Al llegar se quitó las zapatillas, sintiendo como el agua acariciaba sus pies.

Caminaba viendo como las personas daban paseos con sus parejas, familiares o mascotas.

En ese momento se sentía sola, nunca había tenido unas figuras tan cercanas como para poder apoyarse en ellas, nadie se había hecho cargo de ella.

Sus abuelos maternos habían fallecido en un accidente de tráfico, mientras que los paternos nunca habían mantenido contacto con ella.

A penas podía mantenerse a ella, ¿como iba a gestionarse para criar a una mascota?

Pero ella necesitaba eso, necesitaba poder desahogarse con alguien, poder sentirte tan importante para alguien como para considerarlo familia.

Lo más cercano que tenía a eso eran Marcos e Isabel, quienes se encargaron de cuidarla cuando peor estaba.

¿Cuánto tiempo duraría el sufrimiento? ¿Acaso en algún momento de su vida llegaría a ser feliz?

[…]