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Una semana había pasado y aún no podían acostumbrarse del todo, ante los demás, seguían siendo esos dos capitanes enemigos que solo pensaban en lo mucho que la presencia del otro les molestaba, pero cuando llegaba la tarde y no había testigos, sus manos se sostenían y sus mejillas rojas eran cubiertas por los besos que recibían en ellas. 

No eran la típica pareja extremadamente cursi, los comentarios sarcásticos para provocar al otro eran más frecuentes que un te quiero, sin embargo, sabían que esos eran sus verdaderos yo, podían seguir actuando como aquel Gemini y Fourth de secundaria, solo que ahora en vez de chocar sus puños, podían besar sus labios al saludarse.

Eran tan iguales y diferentes a la vez, haciendo que se complementaran a la perfección.

Todo se mantenía siendo un secreto todavía, y estaban bien así, no se sentían demasiado apresurados por hacerles saber que estaban juntos. Aunque a veces mientras Gemini estaba entrenando con sus amigos y notaba una notificación en su celular, quería poder contarles que era una foto de Fourth besando el escudo de Saint Gabriel en su camisa diciéndole que aunque le gustara, iba a ganarle el trofeo en la final.

Y a pesar de que Fourth no lo haya admitido en voz alta, cuando era la hora de salida en su escuela y veía a un chico esperando a su novia con dos conos de helado en sus manos para caminar juntos a casa y sus amigos les gritaban para molestarlos, se preguntaba cómo sería que Gemini y los de Harrow estuvieran ahí también esperándolo.

"¿Pero qué se supone que les diga? Ni siquiera somos algo oficial aún." Resopló hablando para sí mismo, jugando con las cintas de la mochila que cargaba en su espalda mientras caminaba por la banqueta vistiendo el uniforme de fútbol.

Se estaba dirigiendo a una de las canchas principales en donde acostumbraban a jugar las finales, para hacer un entrenamiento general, cada año la Confederación de Fútbol Estudiantil reunía a los jugadores de cuatro escuelas en diferentes rondas para ver que se encontraran en buenas condiciones físicas para los partidos próximos. Y aunque no se los habían dicho, los de Harrow y St Gabriel sospechaban que los habían citado juntos para ver si ya podían ser más limpios entre ellos o era necesario eliminarlos del torneo a como lo habían dicho Aof y Korn.

"¿Tiene sentido si solo les digo que en realidad les he mentido todo este tiempo y que no lo odio sino que me gusta y ahora de repente hemos comenzando un tipo de...cosa, pero que aún no somos novios?"

Revolvió su cabello en frustración, tenía un poco de miedo acerca de contar sus sentimientos y que al final algo malo pasara. ¿No había una creencia de eso? Algo sobre no contar cosas buenas que aún no son oficiales en voz alta porque luego fracasan. Pensaba que tal vez debería esperar a que Gemini y él fueran novios realmente.

"Desde lejos pude verte como un perrito chihuahua, ¿Qué te tiene molesto tan temprano?" Gemini lo había notado cuando coincidieron en la misma calle, y no perdió tiempo en acercarse a él. 

"Honestamente, Gemini. ¿Eres algo así como un teletransportista o por qué siempre apareces de la nada?" 

"Mmm, no lo creo. Seguramente es nuestro hilo rojo." Mencionó con una sonrisa mientras levantaba su meñique haciendo referencia a esa creencia donde se dice que un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. 

Fourth rodó los ojos fingiendo estar fastidiado, pero en su interior estaba feliz de poder hablar con él un momento antes de volver a su papel fingido de enemigos. 

"Estúpido."

"¡Hey! ¿Acaso no lo crees? A mí no me parece mucha casualidad el hecho de que hayamos estado en la misma secundaria, clubs, y ahora aunque no estamos en la misma preparatoria volvimos a encontrarnos." 

"That Harrow Kid" GEMINIFOURTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora