-Esto es riesgoso. ¿Cómo dejé que me convencieras de esto?
-Ay ya basta Denki, no has dejado de quejarte desde la mañana.
-¡¿Y cómo no quieres que me queje?! ¡Si tu padre se entera me matara, me resusitará y volverá a matarme!
-Deja de decir tonterías y ayúdame-dijo el menor rodando los ojos.
-¡¿Más?! ¡¿No es suficiente haber robado todas las sábanas de la casa, a riesgo de que la gruñona de Chiyo me dé la regañiza del año?!
-No seas dramático, cuanto mucho te castigara dos días.
-¡Serán dos años cuando se entere de que te ayudé a fugarte!
-Y te lo agradezco.
-Puff. Contigo no se puede-bufó cruzándose de brazos-Recuérdame por qué hacemos esto.
-Porque si no me voy mis padres me venderán como un animal al alfa con mejor oferta y no voy a permitirlo.
-Tú sabes que esa es la voluntad de los dioses. Conoces la profecía.
-Sí, la "profecía"-repitió entredientes-Insulsas palabras escupidas por un alfa para quien le es sencillo hablar sin conocer el peso de sus predicciones en quienes son participes de ellas. Después de todo, es más sencillo ser un espectador que una víctima del destino.
-¡Pero no es cualquier alfa, Izuku! Es el Gran Profeta de Yuei.
-Para mi no es más que el hombre que me condenó a una vida de recluso en el Santuario de las Diosas y el principal culpable de que haya una enorme fila de alfas queriendo comprarme en la entrada del Santuario.
-¿Y qué esperas? Eres el hijo del Héroe de Yuei y la Sacerdotisa del templo. Claro que todos los alfas querrían casarse contigo, especialmente cuando todos saben que el que lo logré tendrá derecho a heredar el poder de tu padre.
-Poder es todo lo que buscan.
-Bueno, se supone que el alfa que desposarás será el guerrero de la profecía que guiará a las tribus hacia una nueva era donde nunca más volveremos a pasar hambre ni padecer el invierno.
-Desposar y dar cachorros es lo único para lo que quieren obtenerme. ¡No soy un animal, Denki!
-¡Nadie dice que lo seas!-replicó observando como arrojaba la soga que había hecho con las sábanas de las camas por la ventana de su habitación-Todo omega debe encontrar un marido, casarse, tener cachorros y dedicarse a ellos y al hogar hasta el final de su vida. Eso es lo correcto, el orden natural del universo, así lo dispusieran los dioses. Incluso si escapas de esto tarde o temprano tendrás que casarte y más vale que lo hagas mientras aún eres joven. ¿O es que quieres ser uno de esos omegas quedados? ¿O uno de los que se dedicaron tanto al trabajo que nunca se casaron y murieron solos y viejos?
-Claro que no, pero tengo catorce, aún tengo tiempo. Además, no es que no quiera buscar marido ni casarme nunca, solo me molesta que me traten como algo que pueden comprar y luego usar a favor y beneficio suyo-respondió poniendo una rodilla en el borde de la ventana, encaramándose después en la pared exterior de su recámara.
-Pero Izuku, tus padres solo quieren lo mejor para ti.
-No, solo quieren lo mejor para el Continente y creen que para eso es necesario cumplir la profecía de Sir Nighteye, por eso no les importa vender a su hijo.
-¡¿Y crees que escapar es la solución?! ¡Te encontrarán y te castigarán de por vida! ¡Y a mi en el proceso por haberte ayudado!
-Lamento que ayudarme te cause tantos problemas, Denki, te prometo orar cada noche a las diosas unicornios para que la ira de mi padre no te cause mayor mal que lo justo por tu desobediencia.
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No te quería [BakuDeku]
Fanfiction-Los dioses te eligieron-explicó con calma-Tú eres el guerrero de la profecía, debes hacerme tu omega y casarte conmigo. -¡¿Qué?!-exclamó escandalizado. ¿Sabía siquiera lo que estaba exigiendo?- ¡¿De qué mierda estás hablando?! ¡Yo no puedo casarme...