and the rest of it | sahyo

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—Sana-ssi ¿Cuánto tiempo haz estado enamorada de mi?

Era su segundo aniversario, el dormitorio que compartían ahora estaba despejado de la presencia de Mina. Sana le rogó, o mejor dicho, le soborno para que fuera con las menores solo por esa noche.

Jihyo estaba aferrada a su cintura mientras miraban Coco, una de las películas animadas favoritas de la coreana.

Dos años de noviazgo, uno de cortejo y prácticamente ocho de estar enamorada de la hermosa líder. Sana nunca supo cómo responder a esa pregunta.

—¿Cariño? —pregunto Park nuevamente, su chica estaba sonriendo y asintió.

—Creo que desde nuestro debut... tal vez me di cuenta que estaba enamorada en la era de TT o knock knock. —un suspiro salió de sus labios, cerró sus ojos y presionó más su agarre el cuerpo de su novia.— Recuerdo que me sentía feliz de tenerte, estabas cuidando de mi diariamente. Incluso cuando eres menor que yo por unos meses.

—Es un mes y días de diferencia cielo. —Jihyo recordó, la nariz de la nipona se arrugó demostrando su ligera alegría.

—Aún me llamabas Unnie, pero procurabas estar pendiente de mí, decías que Chaeyoung y Tzuyu estaban siendo cuidadas por el resto de las miembros y Dahyun por Momo. —río— Estuve enamorada de ti cuando sabia que jamás podrías darme una oportunidad, eso me desilusionaba en cada segundo. Pero estaría a tu lado incluso aunque no fuera correspondido.

Jihyo se separo de la japonesa, vio en los ojos acaramelados un pequeño brillo inusual, estaban acumulados de lágrimas que pedían salir. Con cuidado, ayudo a Sana para sentarla en sus piernas, abrazándola fuerte. La respiración se niveló y las lagrimas salieron mezclándose con el algodón de su camiseta.

—Sabes... siempre intente olvidarte, las chicas de otros grupos me querían, rogaban para salir conmigo o tener mi número. Sentía que eran oportunidades para borrarte de mi mente. —sorbió su nariz y limpió sus lágrimas con la manga de su suéter.— Pero no eran tú. Aveces querían llevarme a la cama, para "experimentar", el sexo es sagrado, y no quería compartir mi energía con gente que solo me tomaba como una prueba.

Un nudo en la garganta de la líder se presentó, recordaba el día que lo hicieron por primera vez, Sana era totalmente inexperta, sus manos temblaban mientras desabrochaba su sujetador. Jihyo juraba que la nipona sabía lo que hacía, cuando en realidad no tenía nada de conocimiento y estaba siguiendo su instinto. Pero lo disfruto, era incluso mejor.

—Cuando viniste feliz a contarnos que conociste a Daniel, mi corazón se rompió y la única que sabía lo que sentía por ti era Momo. Estabas sonriendo, alguien hacía latir tu corazón. —se acomodó en su cuello, escondiéndolo en el hueco entre este y sus clavículas, los ojos de Jihyo se cristalizaron.

Sana había sonreído ese día, cuando Jihyo le confesó que estaba saliendo con un chico. La nipona la besó en la mejilla y la felicito por eso. Ese día los ojos de Sana no estaban brillando como siempre. Y esa noche cuando se despidieron en el ascensor, vio lo rojizos que estaban mientras esbozaba una tímida sonrisa.

—Cuando terminaste con él, pensé que fue por mi culpa, que hice mal en declararme, estaba tan borracha esa noche que te confesé mis sentimientos. Ni siquiera podía mirarte a la cara, me sentí tan estupida, pensé: "Tiré a la mierda años de amistad."

Jihyo suspiro pesado, las gotas resbalaron por sus mejillas blanquecinas.

—Todas las canciones que escribí, eran pensando en ti, pero tú no lo sabías. Y él te dedico dos álbumes completos lleno de canciones de amor. No podía pensar con claridad muchas veces.