Lionel Messi y Guillermo Ochoa eran compañeros de equipo en el FC Barcelona. Ambos eran jugadores estrella y se llevaban muy bien dentro y fuera del campo. Sin embargo, últimamente Messi había notado que Lewandowski, el delantero del Barça, estaba coqueteando con Ochoa.
Messi no podía evitar sentir celos cada vez que veía a Lewandowski acercarse a Ochoa. Él sabía que Ochoa era un hombre atractivo y carismático, y no podía evitar pensar que Lewandowski estaba tratando de robarle a su amigo.
Un día, después de un partido, Messi y Ochoa estaban sentados en el vestuario hablando sobre el partido. De repente, Lewandowski entró en el vestuario y se acercó a Ochoa.
-Hey, Guillermo, ¿quieres salir a tomar algo esta noche?-, preguntó Lewandowski con una sonrisa.
Ochoa pareció sorprendido por la pregunta, pero antes de que pudiera responder, Messi intervino.
-Lo siento, Lewandowski, pero Guillermo ya tiene planes esta noche-, dijo Messi con una sonrisa falsa.
Lewandowski pareció confundido por la respuesta de Messi, pero decidió no presionar el tema. Se despidió de Ochoa y salió del vestuario.
Ochoa miró a Messi con una expresión de sorpresa en su rostro.
-¿Por qué dijiste eso, Leo? No tenía planes para esta noche-, preguntó Ochoa.
Messi se encogió de hombros y trató de parecer indiferente.
-No quería que Lewandowski pensara que podía coquetear contigo sin mi permiso- dijo Messi con una sonrisa.
Ochoa pareció confundido por la respuesta de Messi, pero decidió no presionar el tema. Los dos continuaron hablando sobre el partido y otros temas.
Sin embargo, a medida que pasaban los días, Messi no podía evitar sentir celos cada vez que veía a Lewandowski acercarse a Ochoa. Él sabía que tenía que hacer algo para proteger a su amigo.
Finalmente, Messi decidió hablar con Ochoa sobre sus sentimientos.
-Guillermo, tengo que decirte algo-, dijo Messi con seriedad. -He estado sintiendo celos cada vez que veo a Lewandowski acercarse a ti. No quiero que nadie te lastime o te haga sentir incómodo-.
Ochoa pareció sorprendido por la confesión de Messi, pero también pareció agradecido.
-Gracias por preocuparte por mí, Leo-, dijo Ochoa con una sonrisa. -Pero no tienes que preocuparte por Lewandowski. Él es solo un amigo-.
Messi pareció aliviado por la respuesta de Ochoa y los dos continuaron hablando sobre el tema.
A partir de ese día, Messi decidió dejar de sentir celos y confiar en la amistad que tenía con Ochoa. Él sabía que su amigo era fuerte y capaz de tomar sus propias decisiones.
Y aunque Lewandowski seguía coqueteando con Ochoa de vez en cuando, Messi sabía que su amistad con Ochoa era más fuerte que cualquier coqueteo superficial.
YOU ARE READING
Entre Guantes Y Goles
RandomLa historia comienza cuando Lionel Messi y Guillermo Ochoa son contratados por el FC Barcelona. Debido a la falta de habitaciones en el hotel del equipo, Messi y Ochoa tienen que compartir una habitación. Al principio, Messi no presta mucha atención...