Narra Saiko
Un hombre con una pistola de verdad apuntaba a una mujer embarazada en la acera que estaba al lado nuestro. No podía permitir que pasará algo así que con rapidez corrí hacia el hombre y empecé a forcejear con el, pero el término disparando debido al susto y la bala salió disparada hacia mi estómago. El hombre se fue corriendo, la mujer embarazada empezó a llamar a la ambulancia estando a unos metros de mi hermana y de mi mientras mi hermana me sostenía en sus brazos llorando y rogando que no me muera.
— No te mueras, Saiko — me dijo mi hermana desesperada.
— No creo poder aguantar esto...estoy perdiendo mucha sangre — dije con una sonrisa — dile a nuestras madres que las amo, a mis amigos que los extrañaré y...te amo, hermana, te voy a extrañar.
— No digas eso — dijo mi hermana — por favor no me dejes.
Quería responder pero pude ver a Hu Tao acariciando mi cabeza. Su figura era traslúcida y estaba sonriendo con tristeza.
— Saiko-chan, vas a morir ahora — me dijo Hu Tao — tu si vas a morir de manera digna, tu si merecer reencarnar. Te prometo que sea como sea en otra vida te encontraré y te seguiré amando, te propondré ser mi novia, te lo juro.
Yo sonreí aún más con sangre saliendo de mi boca.
— Te veo en otra vida, Hu Tao — dije antes de morir.
Años después pude reencarnar. Mis madres decidieron adoptar una niña porque me extrañaban demasiado. No esperaban que esa niña me reemplazará pero pudieron percibir aún aura igual a la mía en esa niña. Cuando les dije que yo había reencarnado en esa niña, la cuál se llamaba Akemi, ellas lloraron de felicidad y me abrazaron al igual que mi hermana.
Un día mientras caminaba por la plaza me encontré con alguien que para mí sorpresa era igual a Hu Tao. Yo sin embargo había cambiado, mi pelo era color turquesa, mis ojos amarillos y mi piel blanca.
— ¿Hu Tao? — pregunté.
— ¿Saiko-chan? — me preguntó.
Ambas nos pusimos súper felices. Pudimos reencarnar y poder continuar con nuestro amor inconcluso en nuestra nueva vida. Ella me dijo que no había cambiado en nada y se llamaba igual porque sus padres tuvieron otra niña ya que no les gustaba su ausencia, y que en su honor le pusieron su nombre a esa niña en la cuál ella reencarnó.
Antes de irnos a nuestras casas después de pasar un muy buen rato nos besamos y ella me preguntó si quería ser su novia en esta nueva vida, a lo que yo obviamente acepte.
— Y te prometo que ahora nada nos separara — me dijo entrelazando los dedos de nuestras manos.
— Y yo te prometo que jamás dejaré de amarte — dije — y cada que reencarnemos te buscaré y volveré a ser tu novia sin importar que.
Volvimos a besarnos con mucho amor. Vaya que yo me había ganado el amor de esa fantasma.
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El amor de esa fantasma (Hu Tao x lectora)
FanfictionUna estudiante de tercero de preparatoria conoce a una fantasma que acecha una biblioteca abandonada. Al principio la fantasma siempre la molesta y no se llevan muy bien, a decir verdad, pero luego su relación va mejorando poco a poco, hasta que esa...