11//Entrando a la pista

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Nuevamente una gran cantidad de alumnos se amontonaban en la entrada de la academia de baile de Immuria. Por segunda vez consecutiva, un evento tan inesperado se repetía. Un auto deportivo negro, de la marca Ferrari, se hacia presente en la puerta principal y cual carrusel se llevaba consigo a la princesa Ackerman.

Debido a esto, muchos mas alumnos que la vez anterior se enteraron de lo sucedido. Uno de estos fue Connie, quien no estaba enterado de la aparición de su amigo en la academia.

 Uno de estos fue Connie, quien no estaba enterado de la aparición de su amigo en la academia

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Al llegar a la pista, la pareja pudo escuchar el rugido de los motores de varios autos de fórmula uno que estaban siendo probados, conducidos y practicados en Trost Track

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Al llegar a la pista, la pareja pudo escuchar el rugido de los motores de varios autos de fórmula uno que estaban siendo probados, conducidos y practicados en Trost Track. Un ambiente más ruidoso y áspero en comparación a lo que la dulce bailarina a su lado había estado acostumbrada.

Todos los presentes notaron la llegada inusualmente tarde, del piloto de Ferrari. Quien le presto particularmente atención a este hecho fue Annie a quien le encantaba resaltar los defectos del joven alemán. Sin embargo lo que vio al fijarse detenidamente en el deportivo negro la dejó anonadada. La mujer estaba viendo dentro del auto de su rival a su mejor amiga, cosa que la hizo entrar en desconcierto.

Desabrochándose el cinturón de seguridad, un ojo errante miró a la bailarina y, sin saberlo, su mirada se detuvo en la piel expuesta que ella mostraba. 

Se desabrochó el cinturón de seguridad, sujetando la correa y soltándola lentamente. Solo por la forma en que sus dedos sujetaron ligeramente la correa y la dejaron deslizar por su torso, se estaba formando una extraña sensación dentro de Eren.

En el momento en que salieron de su vehículo y caminaron uno al lado del otro por las vías principales, Eren la vio balancear casualmente sus caderas. El vestido abrazaba su cuerpo, no dejaba sin resaltar una curva y estaba seguro de que la prenda nunca le había calzado a nadie tan bien, hasta que ella se lo había puesto.

A medida que la multitud privada que se suponía que iba a aparecer para el entrenamiento de ese día apareció a la vista, Eren comenzó a arrepentirse de haber traído a Mikasa en primer lugar. No necesitaba mirar a todos para saber muy bien que todas las miradas masculinas en esa pista se centraron en ella.

Corazones no deseadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora