El valor de una promesa

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La historia comienza cuando un parque donde las familias se reunían a pasar buenas tardes, hizo coincidir a 2 pequeños niños.

Uno de ellos era un pequeño chico de almenos 6 años, lo curioso de él era su pequeño cuerpo, posiblemente era su genética. Se veía tan energético que su frente estaba empapada por sudor, debió haber estado corriendo minutos antes.

Por otro lado se encontraba una joven niña, posiblemente 8 años. Su cabello oscuro y largo, sobrepasando los límites de su cuello, columpiandose sola, mirando al piso con desdén. Presentía que la niña estaba harta de ese lugar.

El pequeño se acercó a ella con cuidado, recibiendo rápidamente la atención de la otra. Tímidamente comenzó a hablar, invitandola a jugar. Fue rechazado rápidamente, a pesar de ser solo una niña, gritaba bastante fuerte.

Pero el pequeño era especial. No mostró ni un poco de miedo, parecía estar decidido a intentar convencerla, volvió a preguntarle y obtuvo un milagroso "si".

Mientras comenzaban a empujarse en el columpio, agarraban más confianza con cada minuto. La chica comenzaba a reír con fuerza, y el pequeño niño dejó de lado la timidez que cargaba.

Al termino de la tarde, ambos niños se encontraban recostados sobre el césped verde y alto del lugar, mirando el atardecer salir del cielo, dando paso al cielo oscuro de la noche.

- Eso fué divertido!- Dijo la niña

-Lo fué! Jamás había reído tanto! Eso fué lo mejor!- Respondió. Ambos pequeños estaban juntos, sus manos se rozaban con ternura. La niña al notarlo giró su cabeza ligeramente.

Para su mala suerte, la madre el pequeño lo llamó a la distancia, diciendo que era hora de volver a casa. Ambos se pararon mirándose la cara.

-Debo irme a mi casa- Dijo con lastima.

-Pero....no podemos quedarnos aquí? Quiero pasar más tiempo contigo...-Respondió insistente.

-Yo también quiero, pero tus padres también se están alistando, será la próxima- Dijo apenado.

-Nos volveremos a ver?- Preguntó insegura.

-Claro que si! Y para que no estés triste...te prometo que cuando seamos grandes....estaremos juntos-

-Por siempre?- Dijo con esperanza, sus ojos brillaban, avergonzado al niño ligeramente.

-Por siempre, porque te voy a esperar- Dijo decidido.

- Y yo te voy a encontrar, lo prometo! Y una vez pase.....podemos casarnos, mi mamá dice que eso es como estar juntos por siempre- Explicó.

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