𝟭𝟴:𝟭𝟮 𝗽.𝗺

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Escrito por Holly
hollyoongs




—Quiero irme de aquí, estoy sudando y este calor sólo empeora las cosas. —habló Gya más para ella misma como para su grupo de amigas.

—¿Cuánto falta para que se acabe el día? —Jae estaba tirada en el frío piso del aula con la cabeza en las piernas de Eun-Ji, quien acariciaba el pelo de la menor en un modo de distraerse.

—Tenemos seis horas y cincuenta minutos. —Miró como la americana se quejaba en voz alta y Gya no pudo evitar reír ante la vista.

—Maldito sea el día en que seguimos a Sunoo en este voluntariado.

—"Seguimos" suena a muchas personas, Jae.

Y tenía razón, cuando Jae se enteró de que Sunoo iba a hacer voluntariado en la tarde del sábado para armar los tediosos stands para las exposiciones de las ferias escolares, decidió unirse y apuntar a sus amigas, quienes al principio no estaban felices hasta que después se volvió obligatorio y una oportunidad de salvar notas, dejándolas sin otra alternativa al ser malas en solo una materia.

Aunque Gya no estaba del todo contenta, pero no porque vería a sus chicas, era todo lo que la consumía, su vida amorosa para ser más precisos. Hace unos tres meses, con Soobin últimamente habían tenido varias peleas, peleas las cuales se debían al raro comportamiento sexista de parte del alto y las inseguridades que Gya creyó haber eliminado, estas siendo terminadas con ellos enredados entre las sábanas de la habitación del azabache o separados en sus casas con moretones en el rostro o en cualquier parte del cuerpo.

Y aunque podía ocultar dichos moretones a la perfección con maquillaje, la marca emocional que estaba dejando se podía sentir en todo el aura de Gya, que parecía un alma en pena.

No era idiota, sabía que su relación se estaba volviendo demasiado tóxica de manera repentina y que sus tres almas gemelas se dieron cuenta rápidamente, Nari fue la que tomó la iniciativa cuando vio los intentos fallidos de Jae y un casi éxito de Eun-Ji, y sí que necesitaba hablar de ello primero con ella no porque quería sentir empatía o para que le haga creer que todo estaba bien, todo fue para que le diera a conocer la realidad aunque le doliera. No le molestó que Sunghoon estuviera ahí, se sinceró con ambos y el alto chico incluso dijo que la iba a ayudar brindando su casa por si Soobin llegase a acosarla.

Sunghoon no esperaba que uno de sus amigos íntimos empezase a ser todo lo contrario a lo que proyectaba ser fuera de su vista, tuvo que contener el rostro de asco cada vez que lo miraba después de conocer todas las atrocidades que le hizo a Gya en una borrachera de celos y no podía decir que estaba completamente feliz con las acciones que hacía Gya cuando no estaba en su cabeza. Dos de sus amigos estaban en tan difícil posición, que simplemente hizo que su cabeza fuera un lío.

Tanto Jae como Eun-Ji estuvieron más que contentas de saber que iba a cortar la relación ese día, deseaban ver a su amiga feliz y el estar con el alto, sólo complicaba conseguir dicha emoción en su vida. Gya ya tenía todo planeado en su mente, desde lo que le iba a decir cuando estén fuera de los ojos de solo los que sabían hasta cómo tomaría hasta el agua de los floreros para empezar una nueva etapa de sanación. Incluso podía decir que la saboreaba, sentí su corazón en sus manos palpitar del miedo y adrenalina con sólo pensar lo que haría en unas horas.

—¿Alguien vio a Nari? Ella es bastante puntual. —la voz de Eun-Ji interrumpió los pensamientos de Gya mientras estiraba sus piernas entumecidas, negando en conjunto con Jae. La americana sacó de la chaqueta de su uniforme escolar su celular, abriendo la aplicación contactos y directo al de ella.

—Ya casi va a empezar esto, déjenme llamarla. —Comenzó a caminar en dirección a la puerta del aula, su cara dando directamente al cuerpo de alguien por la distracción. La melodiosa risa de su novio recibiéndola por el acto que realizó.

𝐁𝐄 𝐒𝐓𝐈𝐋𝐋... | ???Where stories live. Discover now