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(T/N) siempre fue la pequeña niña de pelo largo y bien arreglado, medias blancas hasta sus pequeños muslo, zapatos de charol negros, vestidos de colores suaves y dulces, siempre acomedida y muy respetuosa con los demás y el dulce aroma del chocolate era lo que Camilo recordaba.
Él sabía por comunicado de sus padres que los padres de (T/N) los habían invitado a comer en su casa después de que el saliera de su jornada escolar. Pero él creía que sus padres vendrían a por él y no la muchacha de falda a cuadros hasta medio muslo, camisa blanca fajada con los primeros tres botones al aire dejando ver un poco más su escote y las mangas remangadas hasta medio antebrazo, corset de cuerda y botas altas con un tacón de casi 5 centímetros.
-Hola Camilo- todo de ella había cambiado, su pelo ahora era corto hasta sus hombros, tenía un delineado que remarcaba su bestial mirada, ya no tenía esos colores suaves, ahora vestía colores oscuros, sus zapatos ahora eran para patear a depravados, collares de plata colgando, anillos de oro con perlas preciosas en sus regordetes dedos, incluso su olor cambio, parecía una colonia fuerte y penetrante.
-¿(T/N)?- se acercó a ella recibiendo asentimiento, abrazándola y picándole un poco su nariz.
El bullicio que se escuchaba detrás de ellos era causado por la turbulencia de sus amigos. Todos se detuvieron al ver a Camilo abrazar una mujer con tanta confianza, ni siquiera lo hacía con Eva. Era lo que más confundía a todos incluyendo a Eva.
-Chicos, déjenme presentarles a (T/N), es una vieja amiga- se alejó unos centímetros de la joven dejando al aire su figura.
-Mucho gusto- ofreció su mano con una espléndida sonrisa haciendo referencia a la pequeña que el recordaba. Todos sus amigos tomaron la suave mano de su compañera y respondiendo de igual manera.
-Bueno voy para la casa de (T/N), chao-
-Ay, pero por favor invite, ¿Cómo cree que usted se va a quedar solo con esta belleza?- (compalta muchacho compalta) Martín soltó una sonrisa coqueta mirando a sus demás amigos que también berrearon.
-¿Qué se creen? No sean groseros-
-Ay no se preocupe Camilo, mis padres estarán encantados con recibir a sus amigos- dijo mirando específicamente al chico de mullet con chamarra de mezclilla.
Todos festejaron y siguieron al dúo de amigos por las calles, aunque en algunos momentos Álvaro se robaba la atención y unas cuantas miradas de (T/N). En el bus Álvaro se robó el asiento que quedaba alado de ella, Granados solo lo miro cómplice al descifrar la conducta de su amigo castaño.
-Mucho gusto soy Álvaro- extendió su mano y dejando a relucir la hermosa sonrisa que tenía.
-Igualmente- correspondió su saludo cordialmente y de igual manera dejando una sonrisa en su rostro haciendo que Álvaro dejara salir un pequeño suspiro.
