Black Shoes

II

—¿Estás nervioso amor?. Pregunta Jimin mientras de un salto se sube a la cama. Yoongi niega con la cabeza y lo atrapa en sus brazos.

—¿A qué hora nos tenemos que ir?... vuelve a insistir Jimin, ya que Yoongi ha empezado, a meter las manos debajo de su playera.

—Tenemos aún un par de horas. Dice Yoongi quién ya se ha despabilado, mientras toma a Jimin para llevarlo debajo de las cobijas junto a su cuerpo desnudo.

Jimin sonríe ante la maliciosa acción. Ayer tuvieron mucho alcohol y sexo, pero tal parece que ese gatito está en celo.

Yoongi nota la renuencia de su amado, entonces empieza con los besos húmedos en el cuello, sabe que su debilidad es ahí, donde el tatuaje de "youth" escrito por su propia mano, reside.

Los suspiros de su amado empiezan a hacerse pesados, la unica playera que viste el cuerpo canela, sale volando. La piel blanca es tocada por las manos gorditas, recorriendo la ancha espalda, la cadera y los glúteos.

Yoongi sube al cuerpo canela, se acomoda entre las piernas, sostiene el hermoso rostro acunandolo y llenándolo de besos; besa la frente, los ojos, las mejillas, hasta llegar a los pomposo labios que se abren pare recibir la lengua húmeda y afilada, recorriendo el paladar, danzando, jugando, succionando.

Cada parte del cuerpo de Jimin se ha erizado, no puede evitar empezar a restregarse contra el cuerpo que lo somete. Su respiración ha comenzado a aumentar cuando siente esos labios en sus pezones canelas, haciendo círculos, luego, siente los pequeños mordiscos de esos dientitos blancos, para otra vez sentir, la succión placentera de su pechos.

El líquido preseminal se hace presente en Yoongi quién mueve sus caderas más abajo para que resbale su pene entre las piernas de su amado. Escupe en la palma de su mano para después dirigirse a su glade y humedecerlo. Mientras los besos no paran.

Pequeñas estocadas se sienten en la entrada de Jimin, quien abre más sus piernas, para dar paso al glande rosa e hinchado que tanto ama.

Cierra los ojos para sentir como se unde en él, provocando una tensión en todo su cuerpo. Ese ardor, ese dolor que se acompaña de placer que solo Yoongi le ha podido dar.  Sus paredes se acostumbran pero aprietan al dueño, quién suelta un ronco gemido en el oído, haciendo que Jimin apriete más las nalgas.

—Sabes que me vuelves loco cuando me aprietas.

—Lo sé...

Y vuelve a apretar. Yoongi no se puede quedar tranquilo, empieza a mover más sus caderas contra la pelvis de su amado. Se apoya en sus antebrazos para tener más fuerza, no es suficiente. Quiere llegar más adentro. Así que se termina arrodillando ante el amor de su vida. Jala las caderas a sus muslos y arremete hasta el fondo, mientras Jimin se alza sobre sus talones para que se clave más el pene.

Logran el objetivo, se siente más profundo, más rico. Las estocadas toman el delicioso ritmo.

Pero el frenesí no es suficiente, así que Jimin toma entre sus dedos gorditos la base de su pene para bombearlo, al ritmo de las penetraciones fuertes de Yoongi, con la otra mano toma su pezon para torcerlo, para incrementar el placer al límite de su cordura.

—Llename de tu leche, soy tu gato, soy tu gato. Grita Yoongi al sentir como las paredes se aprietan más, entonces Jimin suelta su pene para que la grande mano lo someta a su merced. Ya que él, adora ver como brota el semen de su amado, mientras lo penetra.

Jimin se tensa en sobremanera, gime fuerte, mientras todo su semen se riega en su abdomen y en la mano de Yoongi, quién al ver el clímax, da un par de estocadas más, para venirse adentro de su amado.

Su pene baja de tamaño, saliendo poco a poco del ano, provocándole un escalofrío que le recorre toda la espalda y lo hace tumbarse sobre el cuerpo sudoroso de su pequeño Jerry.

—A Este paso... el concierto lo terminaras dando desde la cama....

Yoongi se ríe. Con mucho pesar se levanta de la cama para dirigirse al baño. Sabe que necesita descansar, pero es que no puede dejar de besar y abrazar a Jimin.