capitulo 3

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capítulo 3: una mañana con oshawott

empezamos a recorrer la ciudad en busca de algún lugar rentable para quedarnos, pero de lo que encontrábamos los precios de estadia eran muy caros, habían sido tomados por turistas que querían aprovechar la temporada alta en las playas o ya habían sido rentados por otros entrenadores que se habían instalado con antelación para intentar conseguir combatir en el gimnasio de la ciudad y ganar sus últimas medallas para ingresar a la liga antes de que esta empezara, por lo que estuvimos toda la tarde recorriendo ciudad virbank, hasta que divisamos el atardecer en el horizonte, por lo que desilusionados nos dispusimos a volver a la ruta de entrada a la ciudad para intentar levantar un campamento y transcurrir la noche allí, pero en el camino de vuelta al pasar cerca de uno de los extremos de las playas, note una puerta de metal oxidado en el interior de un callejón la cual poseía encima un cartel viejo y en mal estado con la palabra “hotel” apenas distinguible y aunque creía que era una mala idea probar suerte allí, el punzante dolor de cabeza que me atormentaba exigia un lugar cómodo en el cual descansar, por lo que sin mucha alternativa toque la cabeza de mi entrenador con mi pata un par de veces para llamar su atencion e indicarle mi descubrimiento y aunque al igual que yo ellos dudaron de acercarse a ese lugar la visible fatiga que cargaban por la extenuate busqueda fue suficiente para convenzerlos de intentarlo, por lo que nos adentramos en el callejon del cual tan solo recorrer unos pasos emergieron un par de rattatas que huyeron a toda velocidad con solo vernos, asustando a iris en el trayecto quien de la sorpresa intento retroceder, pero tropezo y cayo sentada al suelo provocando la risa del resto de nosotros y claros signos de verguenza en su atomatado rostro.

una vez que recordamos a lo que vinimos, no acercamos a la puerta y dimos un par de golpes en ella, la misma no tardó mucho tiempo en abrirse revelando a un hombre ya entrados en sus 50 años, alto, con arrugas en su frente, signos claros de calvicie y acompañados con algunas canas, de barriga prominente y que poseía en una de sus manos lo que parecía ser un puro barato de mala cosecha, el cual fumaba alegremente. el hombre nos observó unos segundos y preguntó:

hombre: “qué es lo que quieren niños?”

ash se apresuró a contestar:

ash: “buenas tardes señor, venimos buscando un lugar en el cual hospedarnos al menos por esta noche”

hombre: “ya veo”, dijo él para volver a mirarnos detenidamente.

hombre: “la noche para ti, tus amiguitos y pokemons saldrá 67 pokeyenes pagados anticipadamente”

ash: “me parece razonable”, dijo ash entregandole al hombre la suma indicada.

este guardó el dinero en unos de los bolsillos de su pantalón y con un gesto nos indico que pasaramos, por lo que entramos y el hombre cerró la puerta detrás nuestra, para acto seguido caminar hacia una pequeña mesa que oficiaba de escritorio y sentarse en un destartalado banco detrás de esta.

hombre: “firmen aquí”, les indico el hombre a ash, iris y cilan mostrándoles un polvoriento libro.

ellos firmaron y el hombre aplaudió, unos instantes después un mankey de edad algo avanzada llegó columpiándose hacia el.

hombre: “llave 38”, le indico a su pokemon.

este asintió con su cabeza y saltó a una caja con llaves para rebuscar la indicada y al encontrarla la entregó al hombre quien le dio una pequeña caricia y luego paso la llave a ash indicandole:

hombre: “ habitación 38”

ash: “ok, muchas gracias señor”, respondió para luego despedirse de él y salir junto con el resto de nosotros rumbo a nuestra habitación.

pokemon: cumpliendo sueños en un mundo de muertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora