01: El niño de las calles

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La vida, para todos es difícil, pero siempre hay otros para los que lo es todavía más, no se puede decir que lo han perdido todo... porque nunca lo han tenido, aquellos que carecen de las herramientas para poder enfrentarse a las adversidades que este cruel mundo nos presenta, están por su propia cuenta.

El cielo estaba furioso, el violento sonido de las gotas de lluvia caía sobre el improvisado techo que un niño usaba para cubrirse, ubicado en un balcón que pertenecía a una casa que estaba casi en ruinas, había sido abandonado.

A pesar de la violencia de este sonido, él no le prestaba atención, le importaba más el sonido que hacían sus cuchillos al afilarlos entre sí, una vez terminó, se quitó un curioso guantelete hecho a base de cuero, lo extendió y en el área de los nudillos, tenía un compartimento en el cual estos entraban a presión, así los acopló una vez más, parecía satisfecho con su trabajo.

El chico para la fecha tenía alrededor de unos trece años, y tenía el cabello completamente blanco, algo que podría resultar bastante llamativo, pero en este reino crecían con algunos colores peculiares, como el celeste o incluso rosa, sin razón especial.

Se dio cuenta que algo extraño estaba pasando, así que decidió dar un vistazo, se subió el pañuelo y cubrió parte de su rostro, saltó hasta el siguiente tejado, siendo extremadamente cuidadoso, ya que si daba un paso en falso podría caer al suelo, y de tener un accidente así, en el mejor de los casos, si sobrevivía, quedaría con heridas graves, y eso era algo que no podía permitirse en este momento.

Finalmente dio hasta el origen, escuchó gritos, había individuos con los rostros cubiertos, trajes de color negro, con placas de armaduras color rojo.

Divisó a unas cuantas personas siendo brutalmente masacradas frente al Palacio, perteneciente a una de las familias reales más importantes del reino, pero hoy nada de eso importaba, el chico reconoció a unos cuantos de ellos, hombres y mujeres poderosos.

No sabía qué hacer, notó que uno de los miembros de la familia real se arrastraba por el suelo, a unos cuantos metros, uno de los enmascarados se preparaba para ir por él.

El niño tomó carrerilla, era una altura de aproximadamente 4 metros, pero lo hizo sin pensarlo, saltó en dirección al ninja, en mitad del aire sacó las cuchillas de su guantelete.

El cuerpo sin vida de aquel asaltante se desplomó, mientras el chico se ponía de pie, guardó nuevamente las cuchillas, las cuales ahora estaban impregnadas de sangre, se acercó al hombre, que lo miraba fijamente, estaba por gritar, cuando el chico tapó su boca.

—¿Qué fue lo que pasó? —preguntó él.

—V-Volvió... —dijo el hombre, con bastante dificultad.

—¿Quién está detrás de esto?

—Nosotros mismos lo ocasionamos, el pasado no puede enterrarse, no importa qué tanto lo intentes... tarde o temprano, todo vuelve a la luz. No dejes que ellos me maten, por favor... solo eso te pido.

—¡Hey! ¡¿Quién está allí?! —dijo alguien a la lejanía.

El chico se volteó, dos de los asaltantes venían hacia su ubicación, él sacó unos cuchillos y se preparó para encararlos, cuando pudo distinguirlos mejor se dio cuenta que estos eran ninjas.

Sacaron Katanas, pero él lejos de asustarse intentó acercarse más, necesitaba estar en su rango para poder enfrentarlos, mientras hacía todo esto prestaba atención al hombre agonizando, quien hacía esfuerzos por mantenerse con vida.

El chico probó que era más rápido, de vez en cuando lograba desviar a las katanas con ayuda de sus cuchillos, usaba uno en cada mano, tomó del suelo un poco de tierra y la lanzó a los ojos de uno de ellos, aprovechó esta abertura para poder clavarle un cuchillo.

La Mano Perdida: ReimaginadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora