⚜ LIBRO 3 ⚜
- No importa por cuantos problemas pasemos, vamos a enfrentar todos y cada uno de ellos.
- Mírame, mi corazón no late por ti, no late por nada, no digas que me amas.
- No podre tener garras y colmillos, pero voy a destrozarte en pedazo...
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POV . JUNGKOOK
Cuando llegué a aquella esplanada toda la ira que en algún momento pude sentir con relación a las acciones de Jackson, se esfumaron, como una nube gris, dando paso a una tormenta de preocupación ante la forma en la que podía percibir el sentir de uno de mis betas. Su lobo estaba perdido en alguna parte de su cabeza, confundido completamente aislado de lo que acababa de pasar.
Había traído entre mis manos los mudes de ropa para aquellos tres, SoYeon estaba prácticamente pegada al lobo, susurrando cosas para mantenerlo sereno incluso entre sueños, Yibo se había colocado de pie aun en su forma lobuna y no tarde en darle a ambos un mude de ropa para colocarse.
Miré los ojos de mi hermana, estos destellaban en preocupación en un claro mensa, No seas duro con él. Suspire mientras ellos me dejaban a solas con él, sabía que Yibo interferiría si notaba algo en mí, su cuero estaba tenso, solo pude sonreírle levemente para transmitirle un poco de la calma que tanto necesitaba.
Apenas me acerque a Jackson su lobo tomo el completo control, colocándose de pie y alejándose con el lomo crispado ante lo que pudiera hacer. Con mi mano comencé a pasarla sobre la nieve, concentrando su atención en aquel acto.
- Calma, estoy aquí para calmarte amigo – Me contuve en decir o hacer algo ante los gruñidos que salían de él – Coopera conmigo beta, no quiero hacer algo estúpido.
- Jungkook.
- Guarda silencio SoYeon – La forma en la que ella asintió y desvió la mirada me hizo entender que quizás si existía aun un poco de enfado, debía de bajar la brusquedad de mis palabras – Regrésame a Jackson, necesita ir a casa beta.
El lobo retrocedió de nuevo.
- Mark desea verlo, ¿no deseas que Jackson comprenda lo que pasa? – El Lobo detuvo su retrocedo y solo pude dejar de mover mi mano tenido esos ojos plateados sobre mí – Sabes que lo mataras si no lo dejas verlo.
El quejido que soltó el lobo calo en mis huesos, comprendía su posición, más de una vez pase por esto cuando no podía ir a por Taehyung. El peculiar olor llego a mi nariz, y sabia que al igual de los otros tres supieron quienes habían llegado.
