La habitación estaba sumida en la penumbra, solo iluminada por la tenue luz de la pantalla de la computadora donde Ricardo Alcaraz estaba inmerso en su trabajo de edición. Su cabello oscuro caía desordenado sobre su frente mientras se reía de sus propias ocurrencias en el video que estaba editando. Con su característico sarcasmo, estaba dando los toques finales a su último video que, sin duda, se convertiría en un éxito viral.
De repente, una vibración intensa sacudió la habitación, haciendo que los objetos en las estanterías temblaran y las luces parpadearan en una sinfonía caótica. Ricardo frunció el ceño, desconcertado por la perturbación que interrumpía su trabajo. Levantó la mirada justo a tiempo para ser envuelto por una luz brillante que lo envolvía completamente, como si lo hubiera engullido un torbellino de energía.
Cuando finalmente la luz desapareció, Ricardo se encontró en un lugar completamente desconocido. La habitación oscura y desordenada en la que había estado se había transformado en un entorno surrealista. Su mirada recorrió las extrañas formas de las plantas y las criaturas que lo rodeaban.
- No hay manera de que esto sea real - murmuró Ricardo, con una mezcla de asombro y escepticismo.
Pero la sensación del suelo bajo sus pies y el aire fresco en sus pulmones eran demasiado reales para ignorar.
Un movimiento a su lado atrajo su atención. Un hombre alto, vestido en una mezcla intrigante de moda moderna y elementos retro, se materializó de la nada. Sus cabellos oscuros y su mirada seria le daban un aire misterioso. Ricardo frunció el ceño, evaluando a este nuevo personaje que había aparecido en escena.
- ¿Quién demonios eres? - Preguntó Ricardo, cruzando los brazos con una actitud defensiva.
El hombre lo miró con seriedad, sin mostrar sorpresa por la situación.
- Soy Jotaro Kujo. - Dijo el más alto, tomando su gorra para cubrir su cara como de costumbre.
Ricardo arqueó una ceja, manteniendo su tono sarcástico. - Oh, el aventurero emo. Supongo que este es tu mundo sombrío y lleno de lluvia. -
Jotaro levantó una ceja en respuesta, una pequeña curva en sus labios indicando un indicio de humor. - Supongo que podrías verlo de esa manera. -
Ricardo se aproximó a Jotaro, examinándolo con interés. - Entonces, ¿qué diablos está pasando aquí? ¿Eres como un guía turístico de dimensiones alternativas? -
Jotaro lo miró con su característica seriedad, como si estuviera evaluando a Ricardo. - Estamos en un lugar que no es tu dimensión. Algo ha causado una distorsión en la realidad y nos ha traído aquí. -
Ricardo soltó una risa sarcástica. - Vaya, esto suena como la trama de una película de ciencia ficción. ¿Estás aquí para salvar el día? -
Jotaro suspiró, su mirada intensa. - No es tan simple como eso. Tenemos que encontrar una manera de regresar a nuestras dimensiones. -
Ricardo no pudo evitar sentir una punzada de intriga ante las palabras de Jotaro. - Bueno, aventurero emo, parece que tenemos un misterio que resolver. ¿Dónde empieza nuestra gran aventura? -
Jotaro asintió en dirección a un bosque cercano. - Podemos comenzar explorando allí. Si hay respuestas, es probable que las encontremos en ese camino. -
A pesar de sus diferencias y del absurdo de la situación, una chispa de curiosidad prendió en el corazón de Ricardo. Estaba atrapado en un mundo desconocido junto a un hombre misterioso, y aunque su instinto sarcástico le decía que esto era absurdo, había algo en la seriedad de Jotaro que lo intrigaba.
- Supongo que mi video tendrá que esperar - Murmuró Ricardo para sí mismo, siguiendo a Jotaro hacia el bosque y hacia lo desconocido.
Así comenzó su inesperada aventura en un mundo que desafiaba toda lógica y en el que sus diferencias, en lugar de separarlos, podrían ser la clave para desentrañar los secretos que los rodeaban.
Continuará...