LOS MILAGROS DE SANTO ROMERO

Capitulo 1 "Esto no está pasando..."

Como humanos estamos llenos de sentimientos, emociones,  instintos. y libre albedrío, aun y que nos criaron con la idea de "una única y verdadera religión" que ha movido a la humanidad y regido entre amor, respeto y soberanía. Tan solo basta mirar más allá y darse cuenta de las muchas religiones que existen que analizandolas a detalle, en su mayoría tienen muchas semejanzas, algunas tienen rituales muy interesantes y muy enigmáticos.
Que sucede cuando todo lo que conocías y creías de un momento a otro desaparece, y no hay respuesta para tantas preguntas y tu religión se ve tan débil ante tantas preguntas. En que hay que creer ? En lo que tu mente alcanza a razonar o en lo que deberías creer.
Estamos rodeados por un mundo que desconocemos totalmente, toda percepción de la realidad es totalmente distinta a lo que creemos existe.
Estamos regidos entre el bien y el mal, somos personas de fe que creen en alguna divinidad que nos protege, enseña, ama incondicionalmente pero; ¿Qué pasa con su contra parte?. El mal, el diablo, lo maligno, lo oscuro. Nos dicen que no debemos creen en ello, solo en lo "bueno.

Para evitar hablar de este tema la mayoría de las personas dicen "yo no creo en eso", para protegerse así de sugestiones o para protegerse de sus propios miedos, pero solo se escudan en su miedo a los desconocidos, realmente que es en lo qué creemos. Y que tan vulnerables somos ante lo desconocido, ante lo que nos rodea y no sabíamos que era posible o creíamos imposible

Sur de Mexico.  Selva yucateca.

Dos cuerpos llegaron a la morgue aquella tarde, lo que parecía ser un día normal de trabajo ambos cuerpos llegaron sin ningún tipo de indentificacion  ambos masculinos, con señales de tortura, son comunes en esta área con los carteles peleando la zona. El médico que atendió el reporte y supervisó la necropsia fue el doctor Jacinto Sifuentes, médico forense del municipio de Aldama.

—Me sorprende la cantidad de personas que recibimos a diario, más en este municipio olvidado de Dios tan alejado de todo. Y sin falta todos los días un cadaver es ingresado a practicar necropsia, me pregunto ¿De donde vienen? —.

—Muchas veces son inmigrantes que mueren al pasar por la densa selva, doc.
Contestó Juan el otro médico que ya tenía años trabajando ahí quien se disponía a llenar los formularios de rutina, y ya estaba tan acostumbrado a la rutina que no sospechaba de dónde era que tantas personas morían en un pueblo tan pequeño. Pero sobre todo en las condiciones que llegaban a la morgue.—

—El cadáver de ayer tenía exactamente los mismos cortes sobre su abdomen—. Dijo el doctor Jacinto mientras observaba con determinación aquellos cortes en el cadáver que acababa de llegar.

—Debemos de dar parte a la policía, tenemos suficiente información para crear todo un caso, nadie viene y reclama nunca los cuerpos, siempre es la misma rutina. ¿Acaso no hay quien los reclame?—

—No debería importarle tanto la identidad de estas personas doc, la mayoría como le mencione mueren cruzando la densa selva, muchos no cargan más que un morral con ropa y lo que puedan llevar consigo, son personas sin identidad. O son un campesino que intentó ser parte de un cartel y murió en un encuentro o ajuste de cuentas, esto es de todos los días. La necesidad los orilla a salir de su país o se unen a un cartel para conseguir unos pesos para llevar a su hogar—

—Es muy extraño todo, ve esto tiene mucha precisión, parecen cortes perfectamente realizados, ve detrás de su oreja este corte parece que fue echo con un bisturí.— Comentó Jacinto mientras observaba y tomaba muestras de los cortes en el cadavere.

El doctor Jacinto tenía 4 meses de haber llegado a el municipio de Aldama y se dio cuenta la cantidad de cadaveres que llegaban a diario en su mayoría adultos varones de 20 a 30 años  y mujeres jóvenes  de 15 a 20 años siempre con cortes presisos, esta situación lo tenía muy consternado ya que estaba frente a un caso de trata de personas, personas que lleganban sin identificar y sin reporte de desaparición parecían ser fantasmas que nadie recordaría ni reclamaría.