White Hollow

I

Hoy me he levantado con una terrible noticia, tan rápido como pude me cambie y me fui corriendo hacia casa de Axel, sabía que los demás ya estarían allí y que ya era tarde. Al llegar los vi a todo sentados en los sofás del portal, entre y me puse a decir un montón de cosas, no debieron entender nada, ya que tenían una cara un tanto extraña.

-¿Qué pasa Nella?- le pregunto Cody.-¿Por qué has venido corriendo?

-¿Aún no lo sabéis? ¿No os habéis entrado?-les dijo Antonella, muy agitada y con complicaciones para respirar.

-A ver relájate. Axel ve a buscar un baso de agua para que se tranquilice.- Dijo Mía con toda su calma. El chico hizo le que le dijeron y en menos de un minuto le dio un baso con agua.- A ver, ahora cuéntanos qué ha pasado.

-Nos vamos a quedar sin casas.- Dijo con gran preocupación.

-¿Cómo?-Dijo el chico que aún no había dicho nada.

-Lo que oyes Bruce van a tirarlo todo, van a construir, no sé qué aquí y pues nos van a dejar sin nada.

-Vale, nos vamos a relajar todos, puede que fuese un error u otra cosa o no sé.- Explico Mía, la cual era la que siempre calmaba el grupo.-Vamos a hacer una cosa, nos acercamos a casa del alcalde y le preguntamos.

Los cinco cogieron la furgoneta para ir a la otra punta del pueblo donde se encontraba el ayuntamiento. Llegaron al ayuntamiento, era uno de los lugares más importantes del pueblo en el cual en año anterior se habían gastado mucho dinero, dinero en el cual invirtieron allí y no en ayudas para gente que más lo necesitaba, eso era lo que más rabia me daba.

-Hola buenos días, ahora mismo habría alguna posibilidad de hablar con Harry?- pregunto de la forma más amable posible Antonella para que sí que les dejasen hablar con él. Harry, el alcalde de White Hollow, era un hombre de mediana edad, muy seguro de sí mismo y autoritario. Era muy ambicioso y solo se fijaba en el desarrollo económico en la ciudad, creyendo así que el dinero es la clave para el éxito y el progreso. También era un poco arrogante y orgulloso, pero todo y así tenía un lado amable debido a que tenía 3 hijos, dos hijas, una de ellas de su edad y un hijo.

-Voy a preguntar a ver que me dicen, pero no creo.- Dijo aquella señora como si nos estuviese haciendo un favor al ir a preguntar.

-Muchas gracias- le respondió Antonella.

-Porque le das las gracias si no nos está haciendo ningún favor?- Le dijo Axel susurrando.

-Para que tengamos más posibilidades.- Le respondió la morena.

-Chicos, podéis pasar.-

-Gracias de corazón.- le respondió la morena.

-Hola buenos días, me han dicho que me querías comentar una cosa.- nos dijo Harry.

-Hemos oído que nos vamos a quedar sin casas, es verdad?-pregunto Axel.

-Si lo van a derrumbar todo, este es el último verano, el siguiente ya empezarán con todo.-Nos explicó Harry.

-Pero eso porque, porque aquí.-pregunto Mía.

-Así lo ha decretado el ministerio, y si me disculpáis tengo trabajo que hacer.-Nos dijo Harry.

-Pero no hay ninguna manera de que esto cambie?- Le dijo Bruce.

-Piden mucho dinero, demasiado, ya hemos preguntado, pero hasta para los más ricos es demasiado. Si me disculpan.-Después de eso se levantó y se fue.

-Y que vamos a hacer ahora?- Pregunto Cody.

-No lo sé, pero de momento volver a casa.

Juntos volvimos hacia casa de Axel. Axel y yo nos volvimos mejores amigos desde que nos conocimos. Ese mismo día en el que nos volvimos amigo, él me acompaño has mi casa, este día estuvimos hablando hora, él me ayudó con mis problemas, estuvo para mí cuando nadie más lo estaba, y yo también lo estuve, cuando nadie más lo estaba. Esas noches que llegaba a mi casa lleno de moratones y heridas, sin preguntarle, le ayudaba y se las curaba, solo si él quería hablar en ese momento lo hacíamos. O cuando por las noches nos quedábamos hasta tarde viendo mis películas favoritas de Disney solo porque a mí me gustaban.

Él es el mejor. Rubio de ojos verdes, pero no como los míos, sino un verde mucho más bonito y es mucho más alto que yo.

Al llegar allí nos pusimos a hablar de lo que podríamos hacer y de las posibilidades que teníamos. Nos dimos cuenta de que teníamos muy pocas posibilidades de salvar White Hollow. Decidimos que ese verano, ya que iba a ser el último juntos, haríamos ciento y una cosa juntos.

-La verdad es que yo tampoco me quejaré si nos vamos de esta mierda de pueblo-dije yo sin pensar mucho.

-En serio no te importaría irte de aqui?-Me pregunto Axel con cara de pena por mis palabras.

-A ver sí que me importa, pero solo por vosotros.-le conteste.

Un rato más tarde nos fuimos todos a nuestras casas antes de irme, alguien me cogió del brazo.

-Hoy voy a dormir a tu casa, para que lo sepas.-Me afirmo el rubio susurrándome en la oreja. Él no lo sabía, pero me encantaba que viniese a mi casa.

Al llegar a ella me encontré un papel en la puerta de la nevera.

-De mama y papa.- Leí para mí misma.-Nos hemos tenido que ir con urgencia, estaremos una semana o así fuera, te hemos dejado dinero en el tarro de la despensa, recuerda de ir a buscar a tu hermana, cuídate y no la líes muchos, te queremos, papa y mama.-Otro día más que se iban sin despedirse de mí en condiciones.

Para relajarme un poco me puse a bailar, me encantaba, desde muy pequeña que me apuntaron mis padres, pero debido a que nos quedamos sin dinero no pude seguir yendo. Desde entonces intento bailar todos los días en casa. Después de estar un rato me fui a por mi hermana a casa de mis abuelos, mientras iba para allí me encuentre con Jake, Aden y Elliot detrás de ellos estaba Denise. Ellos se acercaban hacia mí mientras a chica me miraba desde atrás con pena. Yo intenté salir corriendo, pero no me dejaron, me empezaron a pegar, en mi cara, en mis costillas, hasta que yo ya no me podía casi ni mover. Entonces intervención la chica que me miraba con pena. Al hablar ella me dejaron en paz y se fueron. Me levanté lentamente y fui hacia casa de mis abuelos a por mi hermana.

La recogí casi sin que me vieran. No quería que me viesen en esa situación. La cogí en brazos y nos fuimos hacia casa. Mi hermana, Lily, tiene unos grandes ojos brillantes y una sonrisa alegre, Tiene cabello castaño rizado que le gusta atar en coletas, y a menudo usa vestidos con estampados divertidos. Siente curiosidad por el mundo y le encanta hacer preguntas sobre todo lo que ve. Es una persona que me ayuda a continuar aqui.

-Que te ha pasado tata?-Me preguntó ella.

-Nada mi amor, me he caído hoy y ya está.-le dije con una sonrisa en mi cara.

Al llegar a casa me encontré con Axel en el porche esperando, al verme me hizo una cara de enfadado, pero no me dijo nada.

-Hola Axel, qué tal estás?-Le dijo Lily al rubio.

-¿Muy bien princesita y tú?

-Super- Al decir eso la cogió en brazos y entro para adentro.

-Vamos Lily ve a ponerte el pijama y luego hacemos la cena los tres juntos, vale?- Le dio él con toda la calma del mundo. Yo lo miraba mientras que él jugaba con mi hermana. Cada vez que él hacía reír a mi hermana, sentía que mi corazón daba un vuelco y no podía evitar sonreír. Mientras los observaba, no pude evitar sentirme atraída por él y me pregunte si alguna vez tendría alguna posibilidad con él. Sabía que él me veía como a una amiga, pero cada vez que lo miraba a los ojos sentía algo más que una amistad.

-Que te ha pasado Nella?-me pregunto el preocupado.

-Me he encontrado con Jake, Aden y Elliot, me han rodeado y me han pegado, hasta que Denise intervino y me dejaron en paz.-no pude más y me puse a llorar.

-Dios lo siento tanto, ven vamos al baño y te ayudo a sanar tus heridas.

Después de un rato nos encontramos yo y Axel en la cocina haciendo la cena para los tres. Hicimos pasta ya que no teníamos casi nada debido a que no había ido a comprar.

-Sabes que podrimos hacer mientras cenamos?-les pregunte

-A ver sorpréndenos.-me dijo el chico

-Ver una peli de Disney!!-Dije yo muy emocionada, mientras el rubio me miraba con una cara muy rara.- Hace mucho que no vemos ninguna y a Lily y a mí nos encantan! ¿A que si Lily?

-Sii, porfa Axel, yo también quiero ver una peli de Disney.

-Está bien, pero solo porque Lily la quiere ver.- yo le mire muy ofendida y él lo único que hizo fue reírse.

Unos minutos después nos encontrábamos los tres en el sofá viendo campanilla. Esto era lo que más me gustaba, y la razón por la cual no me quería ir, por estos momentos.